Discurso antiunitario

En su breve paso por la provincia de Catamarca, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mimetizó con el discurso del interior profundo y levantó las banderas de Felipe Varela y Facundo Quiroga, contra la opresión de la riquísima zona del puerto que precisamente él gobierna. De este modo, uno de los más promocionados precandidatos presidenciales de la oposición, se quejó amargamente por la inequidad en la distribución de los recursos nacionales, y denunció indignado que nunca antes el país fue tan unitario como ahora, como consecuencia de errantes políticas centralistas y males que naturalmente atribuyó a la obra y gracia del “kirchnerismo”. Como cada referente nacional que desembarca por aquí, observó luego el potencial turístico de Catamarca, valoró la importancia de la minería, y ofrendó otros comentarios de manual.

Haz lo que yo digo...

Entre sus afirmaciones, claramente la que más llama la atención fue la de renegar de los privilegios de CABA y de endilgar al oficialismo la responsabilidad de las injusticias distributivas. Es realmente extraño porque fue Rodríguez Larreta quien logró unir a casi todos los gobernadores del interior en un reclamo judicial que precisamente objetaba los privilegios del distrito que el precandidato dirige a la hora del reparto de fondos nacionales. Y más allá de la muletilla de culpar al “kirchnerismo”, no fue ni durante los gobiernos de Néstor ni de Cristina que se consumó este atropello a las provincias.

Un regalo multimillonario

El Régimen de Coparticipación Federal de Recursos Fiscales previsto en la Ley N°23.548 ha sido fruto de un proceso político-jurídico complejo del que emergen los porcentuales de distribución que corresponden a cada distrito. En el esquema de distribución de recursos vigente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires percibe una participación de la parte que le corresponde a la Nación que deberá ser compatible con los niveles históricos, conforme lo dispuesto en el artículo 8° de la Ley N°23.548. A partir de su autonomía, el porcentual se había establecido en 1,40% (cfr. Decreto N°705/03). Rodríguez Larreta asumió el poder en CABA justamente con una coparticipación para su gestión del 1,40... pero por decisión del entonces presidente Mauricio Macri, mediante los Decretos Nros.194/16, 399/16 y 257/18, la Ciudad vio incrementada en forma desmesurada la distribución de recursos por la participación que recibe de la Nación. Así, el Decreto N°194/16 elevó su coeficiente al 3,75%, sin brindar mayor justificación que permita desentrañar las razones por las cuales gozaría de ese beneficio. Rodríguez Larreta, más allá de su actual proclama federalista, en los hechos celebró que Macri elevara los recursos porteños del 1,40 al 3,75 por ciento. Y lo hizo, casualmente, como sucesor en el cargo del propio Macri. 

Las perjudicadas

Ese regalo que recibió Rodríguez Larreta se consumó de manera sencilla, quitándole dinero a las provincias. Los gobernadores reclamaban que “se rompió el equilibrio existente entre las jurisdicciones, se desoyó el procedimiento previsto en la Constitución Nacional y se violaron los principios de equidad, solidaridad y de igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional, aumentando los recursos de un distrito que se encuentra en una posición relativa de fortaleza presupuestaria y fiscal en comparación con la mayoría de las provincias argentinas”. Que el gran beneficiado por su aliado político salga ahora a quejarse del unitarismo es casi inexplicable. ¿De qué federalismo e injusticia distributiva habla? En la misma gestión macrista que tanto lo favoreció, todo lo que se ofreció al interior fue un show publicitario con promesas vacías, del tristemente recordado Plan Belgrano, una verdadera burla al interior, que consistía en anuncios de obras monumentales de las cuales sólo se concretó cierta cartelería.

Nuevo delito

Con penas de hasta 20 años de prisión para las personas físicas y de suspensión de actividades para las empresas, la Asociación de Investigadores de Derecho Penal Ambiental y Climático (AIDPAC), propone incorporar el delito de ecocidio al Código Penal de la Nación. Esta propuesta sigue el ejemplo de la decisión que ya tomaron varios países del mundo. Es el caso de Bielorrusia, Francia, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Ucrania y Vietnam. Incluso, el Parlamento Europeo resaltó recientemente la necesidad de legislar el ecocidio en las normas internas, y países como Bélgica y España están trabajando en ello. Incluso en nuestra región, algunos estados mexicanos como Jalisco ya sumaron esta figura a su legislación. Y existen varias propuestas al respecto en Brasil, Chile y Ecuador. En concreto, para la legislación de nuestro país, la propuesta consiste en reprimir con prisión de 3 años y 6 meses a 10 años a quien cometa cualquier acto ilícito o arbitrario que pueda causar daño grave, extenso o duradero al ambiente, y de 8 a 20 años si dicho daño efectivamente tiene lugar. 

Con agravantes

Además, agrava dichas penas si interviene en la ejecución del delito un funcionario público o existe una conexión con una organización criminal internacional; si el delito se comete en una zona protegida o una reserva natural; si resulta en la muerte o lesiones graves o gravísimas de personas, o afecta bienes de organizaciones públicas o privadas, entre otras consideraciones. Finalmente, si en el delito interviene, o se beneficia, una persona jurídica (empresa), le impone multa de dos a diez veces el valor del posible daño junto con la obligación de restablecer la afectación del ambiente; la suspensión total o parcial de actividades o de participar en concursos o licitaciones estatales; la cancelación de la personería, y la pérdida o suspensión de los beneficios estatales que tuviera, entre otras sanciones. La propuesta es aplicable al proyecto de Reforma del Código Penal (Comisión dec. 103/2017), sin desconocer que los delitos ambientales también pueden ser considerados como crímenes de lesa humanidad. Una iniciativa relevante y para seguir, especialmente en Catamarca, que año tras año padece los estragos del fuego en sus cerros, con un detalle alarmante: el 95 por ciento de los siniestros son provocados por la mano del hombre.

Adiós al Negro

RECUERDOS. Ya sin fiesta del Poncho, que culminará hoy, se cumplirá esta semana (concretamente el jueves venidero) el vigésimo aniversario de uno de los acontecimientos más dolorosos e impactantes ocurridos en toda la historia del festival: el fallecimiento de Jorge Francisco “Negro” Herrera, eximio cantor y músico, fundador del conjunto “Los de Catamarca” en el año 1962. Hererra había cumplido 40 años con la música y murió cantando sobre el escenario, en la última noche de la “Fiesta Nacional del Poncho”, pues no quiso estar ausente a pesar de que no se encontraba bien de salud. Tenía 57 años y el hecho causó una enorme conmoción. En su honor y para perpetuar su recuerdo, el escenario mayor del festival llevará por siempre su nombre.

El Esquiú.com