El Secretario

lunes, 4 de julio de 2022 01:24
lunes, 4 de julio de 2022 01:24

No se están reproduciendo
 

La crisis del Gobierno Nacional no se resuelve, el panorama económico pasa a gran velocidad de preocupante a dramático, y mientras se ensaya el enésimo lavado de cara al gabinete, el rumbo de la gestión del Frente de Todos se asemeja a un tren a punto de descarrilar. Cada vez que hay un roce entre figuras o sectores representativos del peronismo, se recuerda aquella máxima de Perón, que sugería con simpatía que “los peronistas somos como los gatos: cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo”. Aquí el adagio ya no puede sostenerse ni sujeto por la imaginación.

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Las pulseadas, chicanas, peleas, serruchos, dardos, ataques y contraataques entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, incluyendo sus respectivos alfiles y seguidores, están carcomiendo las bases políticas de un gobierno que promediando su tercer año no logra hacer pie. Fueron y son tantos los desaciertos que atenuantes reales como la deuda heredada y la pandemia resultan ya insuficientes para justificar el desconcierto general. Como nunca antes, el peronismo se muestra desorientado en el poder, al punto de haberse constituido por mérito propio en su mayor enemigo.

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Debajo del escenario mayor, la inflación destroza el poder adquisitivo de los trabajadores, que debieron enfrentar una suba de alimentos de casi el 100 por ciento en dos meses con remuneraciones que ni por asomo siguen ese ritmo. Se padecen la inestabilidad y las trabas de una economía dolarizada donde al mismo tiempo se restringe el acceso y la utilización de los dólares, con lo cual asalariados, comerciantes e industriales quedan entre la espada y la pared, asfixiados lentamente mientras quienes tienen que decidir siguen envueltos en su propio teleteatro de egos. Parecen no advertirlo, pero están tensando demasiado la soga. A menos que encuentren un rumbo serio en lo inmediato, terminarán por hundir su propio barco, como nunca antes lo hizo el peronismo. Es de esperar que no suceda, porque en ese barco vamos todos los argentinos.
El Esquiú.com
 

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