Roces inocultables

El codiciado lugar que dejó vacante Augusto Barros en la Cámara de Diputados, terminó por generar fuertes roces en el bloque oficialista del cuerpo, que finalmente otorgó la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales a Ramón Figueroa Castellanos. “Había dos candidatos y el que no llega puede quedar molesto, eso pasa en la política y en la vida...”, analizó el propio Figueroa Castellanos, quien procuró bajarle los decibeles al tema y aseguró que no es más que “el adorno de la política, el chimichurri”, por lo cual señaló que en adelante “trataremos de seguir hablando” con quienes quedaron decepcionados.

En el umbral

Quienes quedaron en el umbral de la designación fueron Analía Brizuela, descartada casi de inmediato por su condición de “conversa” y fundamen-talmente Gustavo Aguirre, exministro de Seguridad que en la última elección fue nada menos que la cabeza de lista de candidatos del Frente de Todos para la cámara. Como fuere, el oficialismo no fue capaz de consensuar ordenadamen-te la ocupación del cargo interno, y varios se ocuparon de subrayar su malestar, casi ostentando su disconformidad. Tampoco faltaron los rumores de una ruptura en el bloque, que condimenta la expectativa para la sesión de hoy. Se trata, en definitiva, de un modelo a escala de la interna peronista, donde la conducción de una comisión, permite confirmar la puja de distintos sectores por una supremacía que será decisiva a la hora de resolver las candidaturas para las elecciones del año próximo. Una pelea lógica y casi “necesaria” cuando se ingresa a la recta final de los tiempos preelectorales.

Causas estancadas

Promediando el noveno mes del año, la crisis de las financieras que arrancó allá por enero con la virtual cesación de pagos, cayó en una meseta inquietante. A contramano de las ur-gencias, reclamos, protestas y desesperación de los damnificados, los tiempos procesales enredan la investigación en distintos vericuetos y las semanas y los meses pasan sin definiciones de ninguna clase. Periódicamente resurge alguna vaga ilusión cuando se discute sobre la existencia o no de fondos para hacer frente a los compromisos asumidos, pero aunque las promesas de pago son cotidianas, invariablemente se regresa al punto de partida. Fenómenos latera-les como el derrumbe de las criptomonedas, la estampida del dólar y la infla-ción, hacen a su vez que una eventual renegociación de contratos se presuma como muy compleja; porque los números que se acordaron a fines de 2021 y comienzos de este año, ya quedaron completamente desactualizados.

Indefiniciones

El estado de las causas no ha varia-do sustancialmente en las últimas jornadas para ninguna de la media doce-na de empresas investigadas. En el caso de RT Inversiones, la Cámara Federal de Tucumán ordenó al Juzgado Federal de Catamarca que retome competencia por los delitos de estafa y asociación ilí-cita, mientras el juez Sebastián Argibay debe resolver el pedido de domiciliaria para Edgardo Bulacio padre. Por el lado de Adhemar Capital, la Cámara tucumana debe resolver las apelaciones presentadas y se especula con que siga la misma línea que en RT, ordenando que retomen la competencia quienes ya ve-nían actuando. Esto ocurre porque aquí se desmenuzó el expediente, y se dividió la investigación según los diferentes delitos presuntamente cometidos. Por otra parte, ante la denegatoria de do-miciliaria solicitada por Edgar Bacchiani, dictada por el juez Miguel Contreras, la defensa presentó una nulidad de esa resolución, por no haberle corrido vista al defensor de menores y considerar que están involucrados derechos de los hijos de Adhemar. Por Callvu Servicios Financieros, también se le negó la domiciliaria a Cristian Rojo, y así se van sucediendo dictámenes y planteos propios del recorrido judicial, pero inconducentes a los ojos de quienes persiguen un único objetivo, que es recuperar su dinero.

Muerte absurda

absurdaLa gloriosa historia del fútbol argentino, guarda como contracara ante-cedentes casi permanentes de violencia extrema, que a la fecha se traducen en una nómina de 325 fallecidos en el mar-co de encuentros deportivos, la mayoría por incidentes violentos. Allá por 2006, para intentar reducir las peleas, la AFA dispuso “provisoriamente” que asistieran a cada partido únicamente hinchas de un equipo, el que oficiara de local. Hubo quejas y la medida se levantó, para retornar en forma prácticamente definitiva en 2013. Ha pasado desde entonces casi una década, pero la medida fue insuficiente: en ese lapso se produjeron 49 muertes más en canchas de fútbol o sus inmediaciones. La última tragedia se vivió en la noche del lunes, cuando Manuel Alejandro López, de 36 años, fue asesinado de un balazo en la nuca momentos antes del partido entre San Martín de Tucumán y Belgrano de Córdoba en la “Ciudadela” tucumana. El gravísimo episodio de violencia ocurrió cuando la gente estaba llegando al estadio. 

Que siga el show

La agresión a tiros se habría dado en el marco de un enfrentamiento entre dos sectores de la barra: el núcleo conocido como el ‘Del Camión’ y ‘Los de Barrio Oeste 2’. Lo extraño es que, con el cadáver en el piso, todo siguió como si nada hubiera ocurrido. El propio presidente del club, Rubén Moisello, admitió con total naturalidad la violencia desatada y justificó la decisión de jugar el parti-do porque “están dadas las condiciones, más allá de este hecho policial”. Con una tranquilidad cercana al desinterés, el propio Moisello remarcaba la necesidad de disputar el encuentro de su club ante el líder del campeonato: “Hemos preparado una gran fiesta para hoy”, justificó. Una vez producido el ataque, los efec-tivos policiales acordonaron la zona e impidieron el acercamiento de curiosos, vecinos e hinchas hasta que el cuerpo del infortunado López fue cubierto con una manta. Una triste postal de nuestra Argentina. 

Recuerdos

El 14 de septiembre de 1923, en el Polo Grounds de Nueva York, el recordado Luis Angel Firpo escribió una página de gloria para el boxeo argentino cuando en un memorable duelo denominado “La Pelea del Siglo” se enfrentó con el supercampeón estadounidense Jack Dempsey, y a pesar de haber sido derrotado la pelea marcó un hito, por lo cual esta fecha fue instituida como el “Día del Boxeador”. “El Toro Salvaje de Las Pampas”, como se lo conocía a Firpo, fue derrotado por nocaut en dos rounds, en un combate teñido de irregularidad ya que el campeón del mundo fue ayudado, luego de que el argentino lo sacara del ring en el primer asalto. Sin embargo, lo ocurrido quedó grabado no sólo en la memoria de los casi 90.000 asistentes sino en la historia del deporte nacional. Por esa actuación, el referí fue suspendido por la Comisión Municipal de Nueva York. Las filmaciones revelan que Dempsey estuvo cerca de 17 segun-dos fuera del cuadrilátero, lo cual debió derivar en el triunfo inmediato del pe-leador criollo. La memorable actuación de Firpo hizo que las autoridades argen-tinas legalizaran el boxeo profesional, que hasta entonces estaba prohibido y que sólo se practicaba en forma clandestina. Nacía así el gran boxeo argenti-no, que le dio al país 24 medallas de oro olímpicas y 47 campeones mundiales, incluyendo a nuestro querido comprovinciano Hugo Rafael Soto.

El Esquiú.com