Flaco favor

En tiempos de irritación, crisis económica, intolerancia y fragilidad de la paz social, deberían multiplicarse las obligaciones de las figuras públicas, quienes tienen la responsabilidad de calmar los ánimos, contribuir a la conciliación y razonar con frialdad, o al menos no echar más leña al fuego. El reciente atentado contra la vicepresidenta de la Nación, a quien le gatillaron un arma en el rostro, pudo haber marcado una bisagra para poner un freno a la insensatez, pero lamentablemente algunos no aprenden nada.

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Es el caso de José Luis Espert, autodenominado libertario, quien ante un reclamo laboral en el Ministerio de Trabajo escribió en sus redes sociales: “Código Penal Art 181, delito de usurpación. Cárcel (6 meses a 3 años) o bala”. Más allá de la remanida táctica de intentar ganar la simpatía de los adoradores de la “mano dura”, el gesto es doblemente cuestionable porque no se trata de un simple ciudadano que comete una torpeza, sino de un legislador nacional, que tiene una representación institucional de primer nivel en el Congreso de la Nación.

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Por esta razón, se formalizaron ya iniciativas para expulsarlo de su banca por “inhabilidad moral”, posibilidad contemplada en el artículo 66 de la Constitución Nacional y el 188 del reglamento de la Cámara, que habilita a evaluar la conducta de los diputados. El proyecto lo firmaron Germán Martínez, Paula Penacca y José Luis Gioja, quienes condenan la recurrente actitud de Espert de “solicitar muerte como respuesta a cualquier conflicto”. “La declaración de Espert va en contra de múltiples principios constitucionales entre los que se pueden enumerar: el debido proceso, el principio de inocencia, el no prejuzgamiento, el derecho a manifestarse a la protesta, a huelga y, principalmente, la abolición de la pena de muerte y toda especie de tormento”, señalan los fundamentos del proyecto. En resumen, flaco favor le hace Espert al momento que vive el país, confirmando que el clima de violencia y odio no se supera, entre otras razones, porque algunos siguen convencidos de que pueden sacarle provecho.

El Esquiú.com