El Secretario
Mirando el reloj
La clase dirigente parece enfocada casi exclusivamente en tres pilares de la etapa electoral que se viene: la realización o suspensión de las primarias, la fecha de las elecciones generales y la resolución de las principales candidaturas de cada fuerza. En torno a esos puntos giran casi todas las declaraciones, con argumentos repetitivos y bastante alejados de la atención cotidiana de la mayor parte de la ciudadanía, menos preocupada por el futuro que por un presente de apremios económicos, caídas salariales y escaladas inflacionarias.
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En ese marco, los números oficiales difundidos esta semana por el Indec, pintan un panorama más certero de lo que sucede, con un Índice de Pobreza que alarma e inquieta. Los relevamientos del propio gobierno precisan que al cabo del primer semestre de 2022 la pobreza afecta al 36,5 por ciento de la población; mientras que el Índice de Indigencia (los pobres cuyos ingresos no les alcanza ni siquiera para un mínimo de alimentación), cerró en el primer semestre de este año en el 8,8 por ciento. En Catamarca, el impacto no es para ignorar: más de 90.000 comprovincianos son considerados pobres. Es posible, como se informó, que los índices marquen leves me-joras con respecto a mediciones anteriores, pero las ecuaciones son insuficientes como para dar por superada la situación.
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Por debajo de la Línea de Pobreza en el país se encuentran 2,6 millones de hogares, que incluyen a 10,6 millones de personas; y, dentro de ese conjunto, 660.494 hogares se encuentran por debajo de la Indigencia, es decir 2,56 millones de personas indigentes. Sobrarán expositores para explicar las razones de esta crisis, y podrá hablarse de la gestión anterior, del endeudamiento, de la pandemia, de la guerra rusa e innumerables factores con mayor o menor incidencia. Lo concreto es que se achica el margen de tiempo para revertir el escenario, y si los aspirantes a ejercer el poder miran el reloj, comprenderán que se torna muy poco urgente la cuestión técnica del próximo desafío electoral. Antes deberían enderezar el barco, porque si la realidad sigue golpeando no habrá campaña publicitaria capaz de asegurar los votos necesarios.
El Esquiú.com