Crecimiento sostenido

El desarrollo turístico de Catamarca, que históricamente se mantuvo como un vago anhelo, comienza a hacerse realidad. Resta todavía un largo camino por recorrer para instalar a Catamarca como uno de los principales polos turísticos del país, como la Costa Atlántica o Villa Carlos Paz, pero el avance que se registró en los últimos años resulta ya innegable. Movilizar turismo en esta región del país y en época estival, es un verdadero desafío porque el clima no ayuda, pero si se evalúa la realidad del movimiento que había hace diez o veinte años y se lo compara con el actual, el progreso es evidente. Periódicamente se dan a conocer números que lo ratifican, pero es algo que se ve y se palpa en forma cotidiana.
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Varios factores confluyeron para esta clara mejora. En primer lugar, se está realizando un buen trabajo de promoción, una tarea imprescindible aunque siempre surjan cuestionamientos cuando se dedican fondos a esta materia. La aparición de Catamarca en programas masivos de la televisión abierta y en canales especializados, la cartelería y los puestos de información en todo el país dan resultado y son una herramienta de la cual no se puede prescindir. Otro punto valioso es el mejoramiento de la infraestructura, tanto hotelera y gastronómica como de caminos y servicios, que inviten al visitante a recorrer los innumerables atractivos catamarqueños.
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Como siempre se dijo, la naturaleza dio todo lo que tenía: paisajes y lugares bellos sobran. Es el catamarqueño el que tiene que poner el resto y se está haciendo. Poco a poco se logra que Catamarca ya no sea un lugar de paso, sino un destino turístico. Ha trabajado mucho para ello la Provincia, la Capital y también el sector privado. Enhorabuena, porque la explotación del turismo en todas sus facetas se traduce en la generación de recursos genuinos, en empleo, en activación económica y todo lo que estas tierras necesitan para crecer y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El Esquiú.com