Fin de fiesta

Concluirá mañana el extenso receso de la Administración Pública Provincial, que comenzó hacia fines de diciembre y se prolongó durante todo el mes de enero. El descanso de miles de trabajadores catamarqueños, de alrededor de 50 días, fue aprovechado también por un importante número de funcionarios y legisladores para vacacionar y viajar, descanso legítimo del cual en todo caso puede cuestionarse la duración, considerando que la mayoría de los trabajadores cuentan con unos 15 días anuales.

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Lo cierto es que gran parte de Catamarca desansó en enero,  por ende bajaron la intensidad y los decibeles de los cruces políticos y las peleas partidarias, apenas sostenidas por esporádicos partes de prensa con escasas réplicas. Si bien hubo alguna que otra declaración, ya sea de dirigentes involucrados en la interna radical o de legisladores nacionales motivados por la pelea entre Casa Rosada y la Corte Suprema, aquí se advirtió bastante pasividad, tendencia que seguramente comenzará a revertirse en los próximos días. Ello es normal porque con la administración pública activa hay una mayor caja de resonancia para los cruces mediáticos, y todos están más atentos a lo que sucede.

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El fin de fiesta marcará además el inicio del tramo más intenso de las campañas, porque todos los aspirantes a candidatos se enfocarán en una batalla durísima por conquistar votos que concluirá allá por octubre, pero que antes tendrá las PASO de agosto y, lo que para muchos será más difícil, el tramo intestino que resolverá las postulaciones y los nombres que llevarán las boletas; para lo cual el plazo se termina en junio. El año electoral está en marcha: el período estival seguirá hasta fines de marzo, pero el verdadero reloj biológico de la provincia de Catamarca, que baila siempre al ritmo de lo que sucede en las oficinas del Estado, arrancará mañana a primera hora, y ya no se detendrá.

El Esquiú.com