Convivir
El desembarco de Uber en Catamarca reedita un conflicto que ya se vivió en otras ciudades del país y que presenta muchos aspectos complejos a considerar. Un problema de difícil solución pero que demanda actuar racionalmente para evitar que la situación se torne más incómoda. Pocos lo recordarán, pero algo similar sucedió aquí cuando apareció el servicio de remisería, que en su momento también fue denunciado y observado como una amenaza por los taxistas.
Hoy son taxistas y remiseros quienes perciben la llegada de Uber como un atentado a su fuente laboral.
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Uber es una aplicación que ofrece servicios de transporte en el área urbana y funciona en muchas ciudades del país y del mundo.
Prácticamente en ningún lugar le fue fácil instalarse, porque encontró fuerte resistencia de los servicios que ya estaban trabajando.
Sin embargo, finalmente se impuso en todas partes por un detalle inobjetable: lo eligieron los usuarios, ajenos a las disputas empresariales, que encontraron una opción útil y a buen precio.
Por eso se superaron en centros como Buenos Aires los inicios agitados y hasta violentos, para concluir en una convivencia más armoniosa.
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Lo que se necesita ahora es regulación, ordenamiento y reglas bien definidas que se cumplan. Ciertamente no es justo que una actividad tribute y otra no, cuando la prestación es básicamente la misma. Pero la defensa de la propia fuente laboral tampoco justifica cerrar la oportunidad de que otros trabajen.
Un panadero no puede prohibir que se abra otra panadería porque va a vender menos. Sí puede exigir que se ajuste a las mismas reglas y compromisos, para que nadie corra con ventajas.
En el caso de Uber, prohibir no es el camino. Las autoridades deberán tomar cartas en el asunto y asegurar la libertad de trabajo y la libre competencia, pero en igualdad de condiciones para todos. Luego, el usuario sabrá cuál es la opción que más le conviene.
Si por el mismo viaje uno cobra 1.000 y el otro 500, intervendrá el eterno juego de la oferta y la demanda para acomodar las cosas.
El Esquiú.com