Vaticinio sencillo
Nunca es satisfactorio el acierto cuando el pronóstico es negativo, pero hay situaciones que resultan demasiado previsibles como para errar el vaticinio, y así ocurrió con la conformación del Consejo Provincial del Salario y del Trabajo, anunciado en el despertar de marzo por el Gobierno provincial, como señal de diálogo y apertura con distintos representantes sindicales. Conocida la novedad, reflejamos cierto escepticismo en nuestros Apuntes del domingo último, al observar que “los antecedentes no son alentadores cuando se trata de presumir qué tan fructíferos son estos intentos, máxime cuando se generan en un año electoral y con gremialistas que reclaman espacios en las listas de candidatos. Hasta aquí, el historial dice que nunca se prospera y que los gremios terminan dividiéndose”.
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Lamentablemente, no alcanzó a transcurrir una semana y el quiebre se hizo público, no ya por diferencias entre gremios sino en la propia cúpula de la Confederación General del Trabajo, hoy compartida por Gladys Moro y Leonardo Burgos. El sector de Moro salió con los tapones de punta al conocer la novedad de la creación del Consejo, y tras recordar con ironía que el mismo órgano ya había sido creado por ley años atrás, lamentó que el gobernador convocara para atender problemas de otros sectores a quienes “no pueden solucionar los problemas que tienen en su propia actividad”. El malestar surgió porque en la convocatoria se ignoró a este sector, y a cambio se convidó al de Burgos, a quien Moro señala como “amigo, socio o ladero” de Raúl Jalil.
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Lanzados los primeros dardos, ya no hubo marcha atrás: Burgos respondió que Moro obtenía beneficios personales de la CGT, Moro lo tachó de mentiroso, y la iniciativa que supuestamente propiciaba el diálogo, sólo sirvió para avivar viejos rencores y profundizar un distanciamiento que -naturalmente- no es el campo más fértil para discutir y acordar cuestiones tan delicadas como las que atañen a la realidad de los trabajadores. En definitiva un mal comienzo, que causa de todo menos sorpresa.
El Esquiú.com