Llamado de atención

Tratándose de un tema que desde hace un par de años permanece en el centro de la escena, no es necesario repasar una vez más lo que significa la producción de litio, ni las enormes expectativas que genera en Catamarca, el país y la región. Que este suelo sea una de las reservas más grandes del mundo, de uno de los minerales no metalíferos más buscados por la industria, exime de mayores descripciones para comprender la situación. Pero esa euforia por las oportunidades económicas que surgen, obliga también a seguir de cerca el comportamiento de los mercados específicos, y lo cierto es que la descomunal escalada de precios a la hora de cotizar el litio entró recientemente en un camino inverso.

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En el mercado chino, que es uno de los más importantes por su magnitud, el precio del litio prácticamente se desplomó, y ronda los 42.000 dólares la tonelada. ¿Una fortuna? Sin duda, pero muy inferior a los casi 85.000 dólares que costaba hace tres o cuatro meses. ¿Por qué el oro blanco pasó a venderse a la mitad de su valor anterior de la noche a la mañana? Es un tema de estudio y parecen incidir diferentes factores. Uno de ellos es que ya no se están vendiendo tantos vehículos eléctricos en el “primer mundo”, y eso cambia el ritmo de toda la industria involucrada, incluyendo las famosas baterías y su materia prima. Otro factor es sin duda la abundancia de litio, que ahora se suministra a granel y genera niveles de oferta y accesibilidad que hacen imposible que siga cotizando en alza.

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¿Es una mala noticia? Quién sabe. Los mercados son volátiles por naturaleza. En 2021 la tonelada de litio se vendía a 15.000 dólares, desde allí superó los 84.000 y ahora cayó apenas por encima de los 40.000. Podría seguir bajando o volver a subir. Esas variaciones, en principio, no ponen en riesgo ninguna inversión. Pero es probable que obligue a recalcular beneficios y plazos en que impactarán los ingresos que genere el rubro. Un llamado de atención, en todo caso, que no conviene ignorar.

El Esquiú.com