Apuntes del Secretario

miércoles, 31 de mayo de 2023 01:11
miércoles, 31 de mayo de 2023 01:11

PASO para todos los gustos

Cuando apenas restan tres semanas y algo más para el cierre de las listas -24 de junio a la medianoche- para disputar las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias), la famosa ley creada por Cristina Fernández de Kirchner en 2009 estuvo y está en el centro de la escena política. No porque vaya a suspenderse, como se amagó en algún momento, sino porque las alianzas discuten si conviene que participen varios postulantes por un mismo cargo o que haya uno solo. O cuando mucho dos. A nivel nacional y en lo que atañe a Juntos por el Cambio, ya se sabe que Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich animarán el 13 de agosto una eliminatoria para alquilar balcones por la candidatura presidencial. En el Frente de Todos, aunque faltan solo días, la cuestión está por verse. La oferta tiene casi media docena de postulantes, pero se descuenta que la mitad de ellos -o más- se bajará sobre la hora. En Catamarca las cosas no son diferentes: se calcula que las dos principales alianzas podrían estar definiendo el esquema electoral casi sobre la hora. Lo único que surge claro del mensaje preelectoral de los voceros locales es que debe primar la unidad. Sin ella, las voces triunfalistas parecen perder fuerza.

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Los viejos arreglos de cúpula

Lo llamativo de la situación es que, hasta hace muy poco, numerosos medios nacionales planteaban sobre la verdadera necesidad de estas primarias y los gastos que significaban para el Estado. La postura, para los que siguen los dictados que provienen del puerto, se repitió en la provincia y ahora, antes de reconocer haber estado equivocados, guardan silencio absoluto. Olvidan hasta el motivo real por la que se crearon las PASO, algo que supimos explicar en numerosas oportunidades. Fue para terminar con los arreglos de cúpula o los nombramientos a dedo que llevaban a cabo los partidos políticos, especialmente los tradicionales. Por ejemplo, la UCR de Catamarca, no tuvo internas desde 1987 hasta que se aprobó la ley provincial. El PJ, en ese sentido, no le fue en zaga, aunque en verdad tenía mayor democracia interna, al menos con los enfrentamientos de Saadi y Barrionuevo. Hoy por hoy, ningún radical o sus aliados -el PRO y la Coalición Cívica- se animaría a sugerir una interna cerrada por temor al escándalo.

Las PASO, en la emergencia, les soluciona el problema. No por casualidad, antes de la Asamblea Legislativa que inauguró Raúl Jalil el 1 de mayo, el diputado provincial Tiago Puente sentenció que si el mandatario se refería a una eventual suspensión de las primarias abandonaban el recinto. Hoy, como Tiago, ningún correligionario se opondría a las PASO que tanto denostaban antes de 2015.

Reedición de la interna

Circunstancias muy curiosas de la política nos vienen a dar la razón de nuestro viejo presagio, lanzado antes de la interna por los cargos partidarios del 2 de abril. Dijimos en su momento que la contienda servía para ordenar, pero no proyectaba ventajas electorales, toda vez que los bandos en pugna, en caso de ser confirmados, se iban a enfrentar nuevamente en las PASO. Como vienen las cosas, así nomás será. El “castillismo”, que copó la lista ganadora para los comité y gran parte de la convención provincial en una elección que votaron muy pocos afiliados -demasiado pocos para un padrón de casi 45 mil-, disimuló pluralidad con la presencia de un buen dirigente como Alfredo Marchioli o una vieja luchadora como Juana Fernández. El primero se quedó con la presidencia del Comité Provincial y la segunda ratificó su primacía en la Capital. Ambos, lo descontamos, no cederán un centímetro decida lo que decida la convención del sábado venidero. Jugarán la interna abierta y no por cualquier cargo: Alfredo por la gobernación y Juana -o su aliado Roberto Gómez- por la diputación nacional o la reelección de diputada provincial. No se descarta, por último, que haya una lista pura del radicalismo con aliados como Fernando Capdevila, hoy lejos de sus orígenes en la política, o el titular del Frente Amplio, “Grillo” Avila. El PRO, con la Coalición Cívica y los radicales ganadores de las PASO 2021 -Flavio Fama y Francisco Monti- llegarían con el apoyo de Rodríguez Larreta por otro andarivel. Un tercer sector radical (Vázquez Sastre, Silva, etc), con el que podría acordar el mismísimo Marchioli, “jugaría sus cartas” a favor de Patricia Bullrich. Con este panorama, no estamos diciendo otra cosa que los ganadores de abril podrían quedar terceros y el castillismo, aunque amenace con expulsiones vía convención, hundido hasta la coronilla. La otra posibilidad es alcanzar la unidad que, aunque problemática, cambiaría el panorama opositor.

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El liderazgo de Lucía

En el peronismo, aunque no se hayan resuelto precandidaturas, aparentemente los acuerdos finales parecen posibles. Es que allí existe un liderazgo casi indiscutido, el de la senadora nacional y presidenta del PJ, Lucía Corpacci, que buscaría la reelección de Raúl Jalil y el fortalecimiento de Gustavo Saadi, al que por supuesto hay que convencer que acepte seguir en el lugar donde creció políticamente: la intendencia de la Capital. Otros puestos claves se discuten por estas horas: la vicegobernación, donde no se descarta la reelección de Rubén Dusso o la llegada a la presidencia del Senado de Sebastián Nóblega, el intendente de Tinogasta.

Por cierto, más abajo, entre precandidatos a diputados o concejales la lucha será cruenta porque todos quieren lo mismo: la reelección. ¡Cómo no la van a querer si son los puestos mejor rentados y no exigen producción ni compromiso!  Como la misma Justicia, cuyos integrantes no son elegidos por el pueblo, no pagan ganancias, convierten a los cargos en vitalicios: caso de José “Pepe” Cáceres, quien arrastra sus 80 años y no piensa renunciar. Tampoco el gobierno se anima a pedirle un nuevo acuerdo al Senado, tal vez por no pelearse con los amigos del chacarero.

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De propuestas serias ni hablar

En medio del barullo preelectoral, lo que no se escucha son propuestas serias, o definiciones que se sustenten en la realidad de la provincia. Una de ellas tiene que ver con la reforma de la Constitución provincial, un texto que data de hace 35 años y ha perdido total vigencia. Claro. Encierra los privilegios de la política, tales como la reelección indefinida de todos los gobernantes, salvo los intendentes que están sujetos a una Carta Orgánica. Además, dispone vacaciones sine die de legisladores (las sesiones ordinarias duran siete meses y en varias de ellas no hay debate) y los jueces tienen descanso, que llaman feria, en enero y julio. Tampoco el texto saadista de 1988 aborda temas urticantes como la minería en tiempos del apreciado litio o el cambio climático. Ni hablar de certeza electoral. En cada elección se tiene pendiente a la ciudadanía si se vota “un domingo de marzo” o en octubre.

Un despropósito, como hay pocos en la Argentina. ¿No será posible que la gente mida a los precandidatos conforme opinen de estos temas y de la reforma misma? ¡Sería muy bueno! El mejor ejemplo acaba de darlo el gobernador riojano, Ricardo Quintela, quien propone una reforma de la Constitución para que, entre otros tópicos, los jueces sean elegidos por el voto popular.

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¿Quién es Julio César Reyes?

Hace 10 días, como se difundió ampliamente por los medios, el ciudadano Julio César Reyes (80 años) mantuvo en vilo a la población al permanecer desaparecido por espacio de 72 horas. Un amplio operativo de más de 100 efectivos lo buscó en cercanías del paraje La Aguada (al este de la Gruta de la Virgen) o la entrada de la famosa quebrada de San Lorenzo. Finalmente, y gracias a las bondades del tiempo -todavía no había llegado el frío-, fue encontrado en la zona y hoy se recupera favorablemente. Más allá de la buena noticia de dar con una persona perdida que sufre los rigores de la edad, nada se dijo de su trayectoria pública, tanto en el gremialismo como en la política. Como viejo trabajador de la Imprenta del Estado, Reyes se convirtió en defensor de sus compañeros y, por años, formó parte del gremio que supo conducir Ramón Ambrosio Luján y del que también formaban parte los gráficos del antiguo diario La Unión. Desde la organización gremial, cabe recordarlo, ambos saltaron a la política y se incorporaron al partido Movilización, cuando éste se escindió del peronismo después de perder con Vicente Saadi la interna de 1983. Por ello precisamente, no dejó de llamar la atención que las autoridades “movilizadoras” no movieran un dedo cuando a Reyes le tocó vivir tan dramática peripecia.


El Esquiú.com

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