El Secretario

No criticar lo que está bien

lunes, 9 de diciembre de 2024 01:42
lunes, 9 de diciembre de 2024 01:42

El rol de la oposición está claramente definido y es muy importante dentro del sistema democrático. Es su deber observar, controlar y también señalar todo aquello con lo cual no esté de acuerdo. Aunque no es frecuente, también puede aportar ideas y acompañar las medidas y acciones del Gobierno que considere correctas. En todo caso, sus cuestionamientos son válidos y fortalecen la democracia: siempre puede ser enriquecedora otra mirada, otra postura, e incluso la decisión de marcar lo que se considere un error o denunciar aquello que se perciba como irregular. A los opositores les gusta decir que los eligieron para desempeñar esa función, lo cual es elegante pero no cierto: no los eligieron, y la función les cabe como única opción porque no reunieron los votos suficientes como para gobernar. Aun así, tienen responsabilidades, tanto con el electorado que sí los respaldó como con ellos mismos, ya que un Gobierno sin oposición sería desastroso.


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Pero tan riesgosa como la ausencia de crítica, es la crítica indiscriminada a todo lo que se haga, sin un análisis más reflexivo. Es un error común en estos tiempos, en que se exacerban las diferencias a niveles que impiden todo diálogo o debate, y se torna casi impensable que alguien destaque un acierto de su adversario. En Catamarca todavía no se alcanzaron ciertos extremos de irracionalidad que se ven a nivel nacional, aunque hay gestos que revelan cierto apuro por salir a cuestionar situaciones que en realidad deberían contar con respaldo. Un caso concreto es el mensaje del legislador y presidente del radicalismo local, Alfredo Marchioli, quien poniendo la lupa sobre los gastos oficiales se quejó por la suma destinada a la participación de jóvenes catamarqueños en los Juegos Evita.


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Marchioli se detuvo en los 240 millones que demandó al Gobierno cubrir la participación en las competencias desarrolladas en Mar del Plata y señaló que “el Gobierno destinó el equivalente a la creación de casi 10 viviendas para los Juegos Nacionales Evita. Aun sabiendo que la provincia está declarada en situación de Emergencia Económica, el Gobierno de Raúl Jalil y su visión alterada hizo uso y abuso de los recursos económicos” y detalló luego cómo se llegó a ese monto con la suma de gastos en alojamiento, comida, indumentaria, elementos deportivos, médicos y kinesiólogos. No parece una observación justa. 240 millones es una gran cifra para cualquier economía familiar, pero la delegación de Catamarca tuvo 360 chicos y chicas, lo que significa un gasto apenas superior a los 600 mil pesos por cada uno. Pasajes ida y vuelta a Mar del Plata, pagados individualmente, ya alcanzan la mitad de esa cifra. Y se trata de la promoción del deporte, de la salud, de ofrecer a jóvenes catamarqueños la posibilidad de formarse, desarrollarse y crecer. Hace pocos meses, todo Catamarca celebró la hazaña del diploma olímpico obtenido por Julián Gutiérrez: también él, alguna vez, fue un chico anónimo al que llevaron a los Juegos Evita. Y no se trata del éxito deportivo, sino de la experiencia y la oportunidad que se brinda a cada uno. Bienvenidas las críticas a lo que sea cuestionable, lo que está bien es mejor apoyarlo.


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