El Secretario
Obsequio perdurable
La gestión de Mauricio Macri como presidente dejó como recuerdo muchos desaciertos y fracasos, episodios terribles como la desaparición y muerte de Santiago Maldonado y el hundimiento del ARA San Juan, más una batería interminable de promesas incumplidas, y verdaderas estafas a la ciudadanía como el Plan Belgrano, que se anunció como la mayor inversión de la historia para el Norte argentino y se redujo a la colocación de un par de carteles. No obstante, por lejos el peor legado del empresario fue el endeudamiento nacional. Una Argentina que había logrado salir años antes de las garras del Fondo Monetario Internacional, quedó sepultada en deudas por un siglo, a cambio de unos 50 mil millones de dólares que se esfumaron sin dejar rastro. Un acto imperdonable, porque todos los gobiernos tuvieron tropiezos, pero nunca uno que condicionara tan negativamente a las siguientes generaciones.
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No obstante esa realidad incontestable, hubo un distrito que sí puede agradecerle a Macri por haber asegurado su prosperidad: es la Capital Federal, que curiosamente gobierna el PRO desde 2007 y que hoy está en manos de su primo, Jorge Macri. Fue en 2016, recién llegado a Casa Rosada, cuando Mauricio resolvió incrementar, mediante el Decreto N°194/2016, el monto de la Coparticipación Federal de Impuestos que recibe CABA del 1,4% al 3,75%, con lo cual brindaba herramientas para tapar los baches que él mismo había dejado en la administración porteña. Con ese obsequio, CABA triplicó de un plumazo sus ingresos nacionales. Toda una bendición… ¿cuánto podría hacer la Provincia de Catamarca o cualquier municipio si se triplican sus ingresos de la noche a la mañana? En el Gobierno de Alberto Fernández esos pagos se frenaron, luego el porcentaje se redujo, pero CABA reclamó judicialmente y logró que un 2,95% quede firme. La gestión de Milei debe pagarle la diferencia. Así, además de los giros diarios, Jorge Macri recibe para CABA un extra superior a los 20.000 millones de pesos por semana para saldar esa cuenta.
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Ahora bien, la excusa para semejante autofavor político fue cubrir los costos de la transferencia de la fuerza policial que trabaja en CABA, que antes era Federal y ahora es una seguridad propia. Y aquí es donde emerge la diversidad de criterio a límites absurdos. Porque desde entonces y hasta hoy, toda clase de servicios y gastos fueron transferidos a las Provincias por Nación, que se desentiende cada vez de más compromisos. Porque eliminó el FONID para los docentes, pero el FONID se sigue pagando. Eliminó subsidios al transporte, aportes alimentarios, de medicamentos, obras públicas. Y las Provincias no reciben ninguna clase de compensación: al contrario, perciben menos dinero y se les reclaman más ajustes. Catamarca sigue haciéndose cargo de todo lo que puede. Pero claramente no tuvo la varita mágica de Macri para ayudarla. Mientras estas cosas sigan ocurriendo, el federalismo y la integración nacional no serán más que poéticas utopías.
El Esquiú.com