El Secretario
El otro negacionismo
El fenómeno del negacionismo se vincula en nuestro país directamente con episodios históricos, que son relativizados o acomodados para que respondan a la propia ideología, aunque para ello se altere la verdad de los acontecimientos. La reivindicación de las atrocidades de la última dictadura es el ejemplo más claro. Pero existen también otros negacionismos, en algunos de los cuales incurrió el Gobierno nacional, como la minimización del flagelo de la violencia de género o el más reciente, de desconocer el fenómeno del cambio climático. La vehemencia de las últimas expresiones presidenciales sobre este tema, claramente exteriorizadas en su afán de agradar a Estados Unidos y repetir todo lo que dice y hace Donald Trump, resultan en este caso muy torpes, porque abunda evidencia científica que revela lo que está sucediendo a nivel global.
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“Cuando uno argumenta que la Tierra ha tenido ya 5 ciclos de cambios bruscos de temperatura y que en 4 de ellos el hombre ni existía, nos tildan de terraplanistas para desacreditar nuestras ideas, sin importar que la ciencia y los datos estén de nuestro lado”, afirmó Javier Milei, para retuitear un gráfico de “registros climáticos de los Estados Unidos” que mostraría, supuestamente, “que no hay calentamiento global ni crisis climática en ninguna parte del mundo”. Y en verdad está difundiendo datos falsos, aunque no nuevos, porque es uno de los mitos más frecuentes que esgrimen los negacionistas del cambio climático, es decir, que se trata de un ciclo natural. Aunque la Tierra ha sufrido ciclos de glaciaciones y periodos más cálidos en el pasado, desde la Revolución Industrial las temperaturas aumentaron abruptamente. Las evidencias científicas son abrumadoras e indican que el cambio climático está ocurriendo y es producto de la actividad humana. De hecho, muchos de los efectos que los científicos predijeron hace décadas ya están ocurriendo. Las olas de calor son cada vez más frecuentes y prolongadas, como hemos visto en la Argentina y en varios países en los últimos años.
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La propia NASA explica: “La tendencia de calentamiento actual es diferente porque es claramente el resultado de las actividades humanas desde mediados del siglo XIX y avanza a un ritmo que no se ha visto en muchos milenios recientes. Es innegable que las actividades humanas han producido los gases atmosféricos que han atrapado una mayor parte de la energía del Sol en el sistema de la Tierra”. Es el eje que quieren negar ciertos gobiernos, para habilitar actividades altamente nocivas para el planeta, a pesar de que el daño ya consumado es enorme y 2024 fue el año más caluroso de toda la historia. Un estudio con 700 registros climáticos demostró que la única vez que el clima ha cambiado al mismo tiempo y en el mismo sentido en todo el mundo durante los últimos 2000 años ha sido en los últimos 150, en los que más del 98% de la superficie del planeta ha experimentado un aumento de temperatura. El año pasado, el gobernador Raúl Jalil participó en El Vaticano de una conferencia internacional donde se advirtió que la situación es grave y demanda acciones urgentes. Lamentablemente, a juzgar por la postura de Casa Rosada, también en ese campo vamos a retroceder.
El Esquiú.com