Apuntes del Secretario
Año clave en el Senado
Este año electoral despierta especial interés en el Senado provincial, donde se ponen en juego ocho bancas (la mitad del cuerpo) y puede configurarse un nuevo mapa legislativo según los resultados de octubre. Hasta aquí, la supremacía oficialista es abrumadora, ya que Unión por la Patria (fueron electos como Frente de Todos) tiene 14 de las 16 bancas, lo que le garantiza dominio total, con mayoría propia, quórum propio, secretaría Administrativa, secretaría Parlamentaria y lógicamente la Presidencia y Presidencia provisoria. El peronismo lo controla todo, y legítimamente porque para eso viene ganando el respaldo popular, elección tras elección, en casi todos los departamentos de la provincia. Pero nadie tiene la vaca atada y menos en política, por eso ya se está trabajando con vistas a la renovación parcial de este año. De las 8 bancas que se pondrán en juego, 6 son del peronismo y 2 del radicalismo. Por simple aritmética, podría decirse que el oficialismo es quien más arriesga, pero atención porque el radicalismo se expone a quedarse sin nada. Todo ello sin olvidar que hay un tercero en discordia, La Libertad Avanza, que culminó como segunda fuerza en 2023. Los libertarios crecieron aquí arrastrados por el fenómeno de Javier Milei, pero ahora buscarán crecer y demostrar que pueden conquistar espacios propios.
Quiénes se van
Los departamentos cuyos senadores cumplen su mandato y se van este año son Ancasti (Luis Ariel Cordero, Unión Cívica Radical), Antofagasta de la Sierra (Norma Reales, Unión Cívica Radical), Capayán (Andrea Lobo, Frente de Todos), El Alto (César Augusto Ojeda, Frente de Todos), La Paz (Pío Carletta, Frente de Todos), Paclín (Virginia del Arco, Frente de Todos), Tinogasta (José (Misael Alaniz Andrada, Frente de Todos) y Santa María. El caso santamariano es especial porque la banca correspondía a Érica Inga, del Frente de Todos, quien dejó su lugar para asumir como intendenta de la comuna calchaquí. Su lugar fue ocupado por el suplente Antonio Campusano, quien asumió hace tres meses pero de todos modos se irá en diciembre. Por otra parte, seguirán hasta 2027 los legisladores de Ambato (Romina Alejandra Wiliams), Andalgalá (Horacio Octavio Gutiérrez), Belén (María Soledad Blas ), Capital (Ramón Figueroa Castellanos), Fray Mamerto Esquiú (Guillermo Rafael Ferreyra), Pomán (Carolina Noemí Casas), Santa Rosa (Félix Ernesto Jerez) y Valle Viejo (Mario Augusto Gershani). Los ocho que asumieron en diciembre último son todos del peronismo. Será una elección difícil y apasionante, desde la definición de candidaturas hasta el día de la votación, porque hay mucho en juego y no habrá un candidato a gobernador o intendente que empuje o traccione con sus votos, de manera que los postulantes tendrán una muy ardua tarea por delante. Las definiciones de nombres y estrategia previas son clave, porque cualquier error se puede pagar caro y recuperar una banca no es cosa sencilla: por lo pronto implica cuatro largos años de espera, periodo insoportable que nadie desea pasar el en llano.
Aniversario internado
Francisco cumple hoy 27 días internado y es probable que pase en esa condición el duodécimo aniversario de su consagración como Sumo Pontífice, que se cumple mañana 13 de marzo. El Papa argentino transita ya la segunda internación más extensa de la que se tenga registro para un Obispo de Roma, sólo superada por la de Juan Pablo II en 1981. El Papa polaco estuvo 20 días internado (entre el 13 de mayo y el 3 de junio) tras ser baleado en la Plaza de San Pedro por el turco Alí Agcá, y luego del atentado sufrió una severa infección, que lo llevó a permanecer internado 52 días más (desde el 20 de junio al 14 de agosto) a causa de una infección por “citomegalovirus”, presumiblemente derivada de una cirugía que le hicieron para tratarle las heridas. Juan Pablo II logró recuperarse plenamente y completó un papado de más de un cuarto de siglo, claro que era mucho más joven que Francisco: tenía 60 años cuando recibió los balazos. Nuestro Jorge Bergoglio tiene 88 años, pero aun así las últimas noticias fueron buenas, y desde El Vaticano se asegura que su vida ya no está en “peligro inminente”. Mientras tanto, el mundo reza por su salud, y hay incertidumbre porque hace cuatro semanas que no se ve una imagen suya actual. Quizás la difundan mañana por su aniversario.
Recuerdos
La noche del domingo 13 de marzo de 2011, por un escaso margen de 6.883 votos que representaban poco menos de 4 puntos porcentuales, el pueblo de Catamarca devolvió el poder al peronismo, que había pasado 20 años en la trinchera desde la intervención federal de 1991. Lucía Corpacci, una médica de apellido ilustre para el justicialismo local pero experiencia casi nula en la función pública -la Gobernación fue su primer y único cargo en el Ejecutivo-, pondría fin a las aspiraciones reeleccionistas de Eduardo Brizuela del Moral, quien buscaba su tercer mandato consecutivo como gobernador. Cuatro años antes habían sido compañeros de fórmula, por efecto del breve romance del radicalismo local con el kirchnerismo. Lucía volvió en 2011 para presentarse como candidata a la Gobernación, ante un Frente Cívico y Social ebrio de victorias electorales, que había renovado sus credenciales en las urnas casi con naturalidad desde 1991, y jamás llegó a percibir la real amenaza que asomaba. Nadie en el Gobierno esperaba una derrota. Brizuela del Moral había anticipado la fecha votación con la seguridad de que el triunfo era un simple trámite. Pero no sería así: hace 14 años (se cumplirán mañana), Lucía era convertida por el pueblo en la primera mujer de la historia que asumía la gobernación mediante el voto popular, y el peronismo volvía a poder en la Provincia, para conservarlo hasta hoy.
El Esquiú.com