Desde la bancada periodística
La bicicleta recargada de Toto Caputo
Toto Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, engrasaron y tunearon la bicicleta financiera. El carry trade se había agotado con la fuerte suba del dólar paralelo previa al acuerdo con el FMI, pero, en el nuevo esquema cambiario, las tasas en pesos altas y el ingreso de capitales especulativos son fundamentales para estabilizar y acumular reservas.
El esquema terminó de perfeccionarse este martes por la noche, con una comunicación del BCRA que habilitó a inversores no residentes a ingresar al Mercado Libre de Cambios (MLC). El directorio resolvió autorizar, “sin conformidad previa”, la repatriación de los fondos provenientes de esas nuevas inversiones, al momento de la toma de ganancias. Dejó un control macroprudencial (de esos que buscan la estabilidad del sistema financiero): antes de salir sin pedir permiso, los fondos deberán cumplir un plazo mínimo de permanencia de seis meses.
A pedalear, llama Toto Caputo
Traducido: fondos del exterior podrán entrar al país, cambiar sus dólares por pesos en el mercado oficial, hacer tasa de interés por al menos seis meses, dolarizar y salir. Para que funcione, el Gobierno debe garantizar que la tasa en pesos le ganará a la devaluación, aunque sea negativa contra la inflación.
Los Picantes de Toto Caputo lo explicaron con claridad. Federico Furiase, director del BCRA y uno de los laderos del ministro, anticipó el nuevo esquema el domingo, en radio Rivadavia. “Llegamos con el dólar financiero cerca de la banda, a $ 1350 (el viernes pasado), y tasas de interés muy altas, de 50/54%. Entonces los macrofundamentos están seteados para que el dólar, tarde o temprano, vaya a buscar el piso de la banda”, dijo.
Felipe Núñez, con puesto formal en el BICE pero silla en el grupo de tareas de Toto, fue más enfático: con estas medidas, dijo, el dólar se irá al piso de la banda de flotación para que el Banco Central compre reservas. “La nueva emisión de BOPREAL va a reducir la cantidad de dinero y la flexibilización del acceso al MLC a los inversores no residentes va a aumentar la oferta de dólares”, escribió en Twitter. “Esto, sumado al ordenamiento macro reinante, lleva a una apreciación real del tipo de cambio hacia el piso de la banda. Debido a que el BCRA NO va a comprar por encima de la misma”, enfatizó.
Quedará a consideración del lector si esta nueva comunicación forma parte de la hoja de ruta TMAP -Todo Marcha Acorde al Plan- o fue una reacción acelerada a la remarcación de precios del orden del 10% en supermercados e insumos para la producción.
Para el agro, palo y zanahoria
Es el esquema que, fronteras adentro, también busca promover el Gobierno entre la agroindustria. El mensaje a los productores agropecuarios va más allá de la amenaza de Javier Milei de que a mitad de año se termina la ventanilla promocional de retenciones del 26% para la soja. La zanahoria es la tasa en pesos.
El Gobierno debe convencer a los productores de que el esquema es sostenible, al menos en el corto plazo. Según este razonamiento, el dólar bajará y convendrá vender cuanto antes para obtener mejor precio y colocar los pesos en tasa de interés.
Un dólar mayorista en torno a $ 1200 le representa al productor una mejora cambiaria de aproximadamente 6%, desde los $ 1130 de referencia del extinto dólar blend. El productor, ahora, puede darse vuelta y dolarizar a $ 1230 (si es una persona física). La propuesta del Gobierno es que le convendrá vender y “hacer tasa”, porque el dólar se va a apreciar y las tasas en pesos serán más redituables que apostar a una devaluación adicional con la soja en la silobolsa.
Las canillas de Santiago Bausili
El Banco Central, para eso, busca retirar pesos que puedan presionar sobre el tipo de cambio. El lunes, les cerró una ventanilla de liquidez a los bancos. Es una herramienta de cortísimo plazo para que las entidades obtengan pesos si se quedan sin efectivo. Eso las obligó a subir la tasa de interés de los plazos fijos. El Banco Nación, como mascarón de proa, la elevó ocho puntos, hasta 37% anual. Es poco más de 3% mensual. Pierde contra la inflación, pero, con un dólar estable o a la baja, será negocio.
El BCRA también lanzó emisiones de Bopreales, los bonos con los que canceló deuda de importadores en 2024 y que ahora también servirá de instrumento para que las empresas saquen dividendos atrapados desde hace años. Esos pesos “sueltos” pueden ir a un bono en dólares con mercado secundario. El Tesoro hizo su parte. En su licitación del viernes, hizo un rollover de 175% de los vencimientos, pero convalidó tasas en pesos hasta diez puntos más altas.
¿Y si Toto Caputo choca su nueva bici?
El nuevo esquema no está exento de riesgos. Jorge Carrera, vicepresidente del Banco Central en la gestión de Miguel Pesce, recordó el antecedente de la bicicleta de Lebacs de Federico Sturzenegger. “Es volver al viejo esquema”, dijo.
“¿Hasta qué altura mantendrán los seis meses de permanencia a inversores del exterior? Es armar lo mismo que había armado Sturzenegger en su momento. En aquel entonces, llegaron a tener USD 60.000 millones de reservas, que tenían como pasivo Lebacs a 30 días en pesos. Fue una locura y fueron los capitales que comenzaron a salir en 2018”, añadió. “A una parte, Caputo (como ministro de Finanzas) los engrampó con el BOTE al 25% y les tuvimos que dar salida entre 2020 y 2024 gradualmente, con USD 20 millones por día”, sostuvo.
Carrera se refería a una operación por la que Caputo convenció al fondo Templeton y otros, en medio de la corrida de 2018, para comprar bonos en pesos, con la promesa de que la devaluación se detendría. Luego, desde el BCRA, Caputo intentó frenar la devaluación con venta de dólares que había prestado el FMI y salió eyectado. El Banco Central de la gestión del Frente de Todos terminó negociando una salida gradual de esos fondos.
La consultora 1816, una de las más leídas en el mundo financiero, contrastó: “Sobre los incentivos para comprar/vender divisas en el mercado de cambios: con el crawl debajo de la tasa, bastaba que el mercado creyera en la continuidad del esquema para que todos los actores con vínculo con el MULC (esencialmente exportadores, importadores y bancos) hicieran carry trade. Por eso, el BCRA compraba tantos dólares, incluso si pensaban que había atraso cambiario”.
En cambio, “con la flotación, los incentivos a estar en pesos recién se vuelven ‘obvios’ (con la tasa seguro arriba de la devaluación) cuando se está cerca del techo de la banda, porque la tasa estará arriba de 1%”.
¿Funcionará el plan? “Dependerá de las expectativas. Pensamos que al inicio habrá euforia en el mercado (esperamos una baja contundente del riesgo país), que recibirá muy bien el intento oficial por ir a un esquema cambiario de país normal”, augura la consultora, aunque abre el paraguas: “Es un programa económico a todo o nada”. ¿A Toto o nada?
Esteban Rafele
Editor de Economía. Trabaja desde hace más de 15 años en redacciones de medios de alcance nacional. Coescribió dos libros sobre la relación entre empresarios y el poder político.