La brevísima historia política de La Libertad Avanza en Catamarca se reduce a una única participación en las urnas, en las elecciones generales de 2023, donde sorprendió a propios y extraños al constituirse como segunda fuerza provincial. El fenómeno se ratificó en el balotaje presidencial, segundo examen libertario en la provincia, en el cual se impuso cómodamente de la mano de un Javier Milei que arrasó en todo el país. Catamarca, que había sido inmune a la “ola amarilla” incluso en los mejores momentos del macrismo, sucumbió ante el fenómeno violeta pese al apoyo del oficialismo provincial a la candidatura de Sergio Massa. Con semejante actuación, además de armar su propio bloque en la Legislatura local, LLA se instaló como un nuevo actor político en el escenario catamarqueño, y quedó en el umbral de su gran desafío: demostrar que no se trató de una curiosidad pasajera atada a lo que ocurría en el resto del país.

*****
Los libertarios tienen ahora, en las intermedias, su test electoral más importante, con un doble objetivo. Primero permanecer, conservar lo ya conquistado. No en términos de bancas, porque no arriesgan ninguna, sino en caudal de votos. Y luego crecer, lo que se traduce en ganar más bancas, más espacios y afianzarse como opción para el electorado, algo que no será sencillo porque ya no tendrá ni la cara ni el nombre de Milei en las boletas. En gran medida, la definición de la aventura en éxito o fracaso dependerá del armado de listas, y la cuidadosa selección de los candidatos que defenderán el sello violeta. Aspirantes no le faltan: como carroza triunfal, hoy todos se quieren subir, y los celos de quienes militan desde la primera hora no debería exacerbarse, porque precisamente lo que necesita la fuerza es expandirse y no cerrarse. Pero la selección no será sencilla.

*****
Hoy aparecen varios nombres como alternativa pero ninguno como fija. Ni siquiera José Jalil Colomé, que fue candidato a gobernador, marcó presencia en el ruedo. Los libertarios tienen por otra parte varias líneas, algunas enfrentadas desde el nacimiento mismo del sector. Aparecen también varios radicales interesados en sellar una coalición, con algunos conversos explícitos como Francisco Monti, y se anotan viudas del macrismo, más otros extrapartidarios con experiencia que asoman como opción, como la exlegisladora Myriam Juárez, nombre que para algunos podría tener prioridad por sobre otros referentes de la UCR. Todo dependerá de quién lleve la lapicera para cerrar el armado, de cuánto se interese e influya Buenos Aires y quién tenga capacidad de subir o bajar el pulgar. Y el resultado será más que importante, si es que el horizonte al que se mira es el 2027.

El Esquiú.com