Apuntes del Secretario
Más tensión que acuerdos
Se escucharon reclamos, pedidos y quejas, pero el encuentro de gobernadores en Entre Ríos, del que participó Raúl Jalil, no dejó un mensaje homogéneo, y emergieron diferencias entre los participantes. La excusa era una reunión del Consejo Federal de Inversiones (CFI), realizado en la ciudad de Paraná, donde se esperaba que los mandatarios cerraran filas para defender sus recursos, pero el gobernador bonaerense Axel Kicillof y su par de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, se cruzaron por las políticas de apertura comercial impulsadas por el Gobierno Nacional. Durante su discurso, Kicillof cuestionó las medidas libertarias, acusándolas de no proteger la industria, el trabajo y la producción nacional, lo que a su criterio va a contramano de lo que hace el mundo. Por su parte, Frigerio remarcó que el país sigue siendo “uno de los más cerrados”. Participaron los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Sergio Ziliotto (La Pampa), Raúl Jalil (Catamarca) e Ignacio Torres (Chubut), junto a funcionarios nacionales y provinciales, legisladores, autoridades judiciales y referentes del ámbito empresarial, rural, turístico, productivo, académico y sindical. El primero en tomar la palabra fue Kicillof, quien abrió con una aclaración: “Me comprometí a no ser demasiado polémico”. Sin embargo, rápidamente marcó posición al afirmar que la Argentina necesita debatir la orientación de su desarrollo y su matriz productiva “en este contexto mundial incierto, inesperado y novedoso”. Acto seguido, criticó las medidas de apertura del comercio exterior que impulsa la gestión nacional, por considerar que no protegen la industria, el trabajo ni la producción local. “Esto se resuelve de manera federal. Cualquier otra búsqueda será un fracaso y no una solución”, advirtió, a la par que sostuvo que el país requiere de una discusión sobre la orientación del desarrollo y su matriz productiva en el contexto mundial al que tildó de “incierto, inesperado y novedoso”. A su turno, Frigerio no dejó pasar las críticas y respondió. En ese sentido, remarcó que, pese a los discursos, Argentina sigue siendo uno de los países más cerrados del mundo, en relación al bajo nivel de comercio exterior. Para sostener esa afirmación, explicó que ese índice se mide sumando exportaciones e importaciones e interpretando su peso en el PBI. Con un tono más conciliador, el gobernador entrerriano pidió evitar una mirada confrontativa al analizar las medidas del Ejecutivo Nacional. “Tenemos que ser muy humildes, sobre todo aquellos que, como yo, hemos tenido altas responsabilidades en distintas oportunidades. El nivel de complejidad de los problemas de la Argentina debe evitar creernos que tenemos la precisa, que podemos señalar con el dedo lo que está bien y mal. Lo hemos comprobado cuando nos ha tocado el deber de gobernar, es muy difícil”, planteó. Frigerio cerró su exposición con un llamado al diálogo, pero no hubo pronunciamientos unánimes.
Corpacci con la UICA
La senadora Lucia Corpacci mantuvo en los últimos días una reunión con autoridades de la Unión Industrial de Catamarca (UICA), encabezadas por Carlos Muia y Felipe Franco. En la charla se plantearon varios temas, y los industriales le trasladaron a la exgobernadora las inquietudes que se presentaron en la última reunión de socios de la entidad. A juzgar por los comentarios posteriores, “la reunión fue muy positiva” ya que se pudieron desarrollar y debatir todos los puntos agendados. Por lo pronto, se gestionará ahora un encuentro de la UICA con el gobernador para seguir avanzando en el tratamiento de la problemática del sector.
Malestar con CASEMICA
A fines de mayo se hizo el “Primer Encuentro de Proveedores Mineros”, pero la historia no terminó bien, porque hubo malestar con la postura de la Cámara de Servicios Mineros, Medio Ambiente y Energías Renovables de Catamarca (CASEMICA). A entender de algunos fuertes comerciantes e industriales, esta entidad pretendería arrogarse el derecho de determinar quién puede ingresar a los negocios con las mineras y quien no, no sólo oficiando como intermediario autorizante, sino eligiendo a quiénes permite hacerse miembros de la organización. Más de uno quiso sumarse y recibió tajantes rechazos con mensajes como “no podrá participar del Primer Encuentro de Proveedores Mineros, ya que este evento está exclusivamente destinado a los socios de CASEMICA”, escueta explicación con la que se bocharon a varios que querían inscribirse. Una postura extraña si es que, como se sostiene desde que Catamarca impulsa la minería, la idea es fomentar el comercio local y el desarrollo. Cerrando puertas en lugar de expandir las posibilidades no parece haberse elegido el camino más adecuado.
Bullrich se muda
Patricia Bullrich extiende su historial, y con su afiliación formal a la Libertad Avanza, sigue sumando partidos políticos. Quien fuera rival de Milei en la última elección, a menos de dos años cambia su camiseta y vuelve a ser oficialista. Las idas y vueltas de la ministra de Seguridad no se ciernen a los últimos años. Desde su juventud viró de un lado al otro de la política. En los años ’70 integró la Juventud Peronista (una militancia que le costó acusaciones como la de “poner bombas en jardines de infantes”, hecha por el propio Milei), con el regreso de la democracia militó en el Partido Justicialista. Fue diputada nacional del menemismo entre 1993 y 1997, y luego se alió a Nueva Dirigencia, el partido fundado por Gustavo Béliz. Tiempo después, creó su propia fuerza política: Unión por Todos, con la cual se alió a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. También pasó por el Frepaso, el frente creado por Carlos Chacho Álvarez que en 1997 conformó la Alianza, un conglomerado con la UCR y otras fuerzas políticas que llegó al gobierno en 1999, desbancando al menemismo. Bullrich fue secretaria de Política Criminal y ministra de Trabajo durante el gobierno de la Alianza. Hico un breve paso por el Ministerio de Seguridad, entre octubre y noviembre de 2001, antes de la caída de Fernando de la Rúa. Pasado el eco del “que se vayan todos”, Bullrich volvió en 2007 y volvió a ser electa diputada nacional, cargo que ocupó hasta 2015, cuando su socio Mauricio Macri la ungió como ministra de Seguridad durante toda la administración del PRO/Cambiemos/Juntos por el Cambio. La amalgama entre ambos fue tal que Macri la convirtió en su sucesora dentro del PRO: Bullrich fue presidenta de esa fuerza política entre 2020 y 2024, pero después todo cayó en desgracia, y Bullrich se hizo rápidamente libertaria.
El Esquiú.com