La comunidad de Chumbicha festeja

Bodas de Oro del Colegio Privado Clorinda Orellana Herrera

Mañana se realizarán los actos centrales por los cincuenta años de la creación de la institución.
sábado, 16 de marzo de 2013 00:00
sábado, 16 de marzo de 2013 00:00

La comunidad educativa del Colegio Privado Clorinda Orellana Herrera, de Chumbicha, en el departamento Capayán, se apresta a festejar mañana los cincuenta años de la creación de la institución escolar.
El primer colegio de nivel secundario en la localidad comenzó a funcionar el 18 de marzo de 1963, a instancias de una comisión de vecinos que preocupados porque sus jóvenes no tenían accceso a la educación secundaria iniciaron las gestiones para su creación junto al párroco de ese entonces, Justo Pastor Ontiveros. Así nació la Escuela Normal Nacional de Maestros Clorinda Orellana Herrera, que funcionaba en el espacio de la actual biblioteca popular.
La primera directora de la institución fue Sofía Názar de Sampayo, quien ejerció el cargo por unos meses y luego fue sucedida por el párroco Ontiveros.
La institución depende del Obispado de Catamarca y tiene una fuerte impronta de formación en valores y en la fe de la iglesia católica. Si bien es de gestión privada, los alumnos sólo abonan -los que pueden hacerlo- una cuota mensual de quince pesos, la más baja de toda la provincia. Aún así, en los últimos años ha perdido buena parte de su matrícula porque -según comentan sus docentes- no pueden competir con las escuelas públicas del pueblo, porque una de ellas es de doble jornada y ofrece tres comidas diarias a los alumnos, y en ambas los alumnos reciben las netbooks de Conectar-Igualdad, lo que les resulta sumamente atractivo.
Sin embargo, si algo caracteriza a esta escuela es el tesón y buena voluntad de sus docentes, que ponen todo su esfuerzo personal y profesional para que el colegio progrese. De este modo aportan de sus propios haberes para la compra de materiales didácticos y para el sostenimiento diario de la escuela, que no recibe aportes monetarios ni del Obispado ni del Estado provincial, salvo los sueldos de los docentes.
De esta manera, todo el personal de la casa junto a los alumnos organizan un sinfín de actividades a fin de obtener fondos para su funcionamiento.
En la actualidad la escuela tiene una matrícula que ronda los 300 alumnos repartidos en niveles Inicial, Primario (ambos creados en 2011) y Secundario, en turnos mañana y tarde. La conducción está a cargo de Mónica Nieva -directora de Secundaria-, Elizabeth Córdoba de Pérez -vicedirectora de ese nivel- y Elizabeth Romero de Díaz -directora de nivel Inicial y Primario-.

 

Programa de Actividades

Las autoridades y docentes encargados de los actos conmemorativos del Cincuentenario del CPCOH hicieron saber a este diario que anunciaron su presencia las máximas autoridades provinciales de Gobierno, Educación, Gestión Privada, Obispado, así como exdocentes y exalumnos de todas las promociones egresadas del colegio.

Lunes 18

19hs: Misa en acción de gracias por las Bodas de Oro de la institución en la parroquia Nuestra Señora de Luján, presidida por el obispo diocesano Mons. Luis Urbanc y concelebrada por otros sacerdotes.

20hs: Desfile de las 46 Promociones de Egresados (1967-2012), desde la parroquia por calle 25 de Mayo hasta el ingreso al edificio de la escuela.
20.30hs: Acto protocolar con la presencia de autoridades provinciales, eclesiásticas, personal del colegio, alumnos, invitados especiales y público general.

Luego del acto protocolar tendrá lugar un Gran Brindis por el Cincuentenario, a la canasta y abierto a toda la comunidad, en las instalaciones del Colegio Privado Clorinda Orellana Herrera.

 

Anecdotario

- Cuando la escuela comenzó a funcionar en el edificio de la actual biblioteca, los alumnos llevaban cada día su silla para tener dónde sentarse y luego volvían de regreso a sus casas portándolas.
- Para poder ir al baño, acudían a la municipalidad o a los domicilios de los vecinos.
- A la hora en que los alumnos debían ingresar a clases, el párroco Jesús Pastor Ontiveros -segundo rector- se subía al campanario de la parroquia y desde allí llamaba a los alumnos al grito de “hora de entrar a clases!!!!”

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