Luis González
“Nunca me fue mal con un restaurante”
Empresario.“Lucho” González tuvo varios restaurantes en Catamarca y en otras provincias. Casado con ocho hijos y ocho nietos, hace 69 años que se mantiene en el rubro gastronómico.
- ¿Cuál fue su primer restaurante?
- Cuando vine de mi provincia natal, que fue Santiago del Estero, en la cual yo nací, en Frías, llegué a Catamarca solo y ahí puse mi primer restaurante por la calle Lavalle en el año 1951.
Luego puse por la calle Ayacucho al lado de los monoblocks, por el año ‘54. En este restaurante tan solo había parrillada nomás, porque después iniciaron los bailes en el club Defensores del Norte, La Alameda, Club Villa Cubas, la Sociedad Italiana, Montmartre, La Llave y La Fechoría.
- ¿Cuántos restaurantes llegó a tener al mismo tiempo?
- En el año 1974 llegué a tener cinco restaurantes juntos, los cuales eran Montmartre, Sociedad Italiana, La Alameda, Villa Cubas y Defensores del Norte.
- ¿Cómo eran esos tiempos?
- Se ganaba muy bien porque no se pagaban tantos impuestos como ahora. En la actualidad no se sabe si se gana o se pierde plata y desde ahí cerré algunos.
La Alameda era un orgullo para Catamarca y en esa época la gané por licitación. Entraban más de 1.000 personas y en el que tengo ahora, que es el “Rincón de Lucho”, apenas entran 550 personas. En ese tiempo era debajo de la corona y arriba al aire libre, en dos oportunidades lo llené al restaurante.
Aparte la gente de antes consumía más que ahora. Hoy en día son muy delicados, porque el colesterol, el azúcar alta…antes la gente consumía de todo sin importarle.
Siempre en los negocios que tuve me fue muy bien, nunca me fue mal en un restaurante. Aparte siempre me desempeñé en el área privada y nunca en la pública.
- ¿Cómo eran los bailes en esas épocas?
- Eran los grandes bailes y he traído muchos artistas como Jorge Arduh, Los Panchos y a varios más, tantos que ya ni recuerdo quiénes vinieron. La gente bailaba mucho.
Una vez vino un cantante y llovió desde las 7 de la tarde hasta el otro día, la gente se tapaba la cabeza con papeles y tomaban de cajones de cervezas. En esa época había bailes por todos lados, como en el club Pelota Paleta, Sarmiento…
- ¿Cuál fue el restaurante que le dio más rédito?
- El local que más sastisfacción me dio fue el de Defensores del Norte, porque lo hice de abajo e igual que Los Troncos, a ese lo hice desde muy abajo.
Por ejemplo, primero pintaba una pared y a los días pintaba la otra, fue así hasta que lo terminé, y siempre soy un agradecido del intendente Ricardo Guzmán por la ayuda que me brindó... aparte me decía que ya no abra más negocios de comida porque ya estaba grande.
- ¿Cuántos años tiene en el rubro de la gastronomía?
- Durante 69 años trabajé con este rubro, y voy a dejar el día que me quieran comprar mi último negocio. Aparte la gente me sigue no porque soy buen mozo, sino porque soy honesto.
También tuve en Córdoba y en Entre Ríos. Hay que ser honesto para mantenerse en este rubro, por ejemplo, si la gente me dice que la comida está en mal estado, inmediatamente tiro el plato de comida, y toda la comida de la parrilla se la hace al instante.
- ¿Qué nos puede decir de su primer negocio?
- Lo puse por la calle Lavalle y en ese tiempo alrededor era todo campo, comencé con muy poco.
Lo bueno que me pasó siempre en todos los restaurantes, es que nunca hubo una pelea de mis clientes. Además fui el que más restaurantes tuvo en Catamarca.
- ¿Alguna personalidad que fue a comer en su restaurante?
- Una vez vino a comer el rey de España que andaba por todo el norte del país y lo descubrieron en Córdoba, a pesar de andar sin su vestuario habitual.
En los de Catamarca vinieron todas las autoridades de la provincia y políticos. de todo el pais.
“Restaurante”
La palabra restaurante proviene del francés “restaurant” que significa “restaurativo”, refiriéndose a la comida que se ofrecía en esa época (un caldo de carne). Otra versión del origen de la palabra restaurante para denominar las casas de comidas, la encontramos también en Francia. Según esta segunda versión, un mesonero llamado Boulanger, al inaugurar la que se podría considerar la primera casa de comidas, puso un eslogan en la entrada, que rezaba en latín: “Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos” que al castellano, podríamos traducir como: “Venid a mí todos los de estómago cansado y yo os lo restauraré”. De esa última palabra del eslogan derivaría el término restaurante. La palabra se extendió por toda Europa. En algunos países se modifica a “Restoran”, “Restaurante” o “Restauracja” (en Polonia). El primer restaurante francés se fundó en 1765, y en Londres en 1873.