Néstor Agüero - Futbolista

“Volví de Boca porque extrañaba mucho”

viernes, 12 de noviembre de 2010 00:00
viernes, 12 de noviembre de 2010 00:00

Néstor Aguero, más conocido como “El Tanque”, debutó en Villa Cubas, luego jugó en Las Palmas (Cba), Olmos y Aguilera de Belén, San Martín de El Bañado, inferiores de Boca Juniors, Central Córdoba (Santiago del Estero), Villa Dolores, Defensores de Esquiú, Policial, Independiente de La Rioja, Gral. Paz Juniors (Cba), San Lorenzo de Alem, Social Rojas de Santa Rosa y el seleccionado de Catamarca.
En la actualidad trabaja en la Secretaría del Agua y el Ambiente.
Hincha de Villa Cubas, siempre regresa al club de sus amores.

- ¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
- Nací en Buenos Aires y me crié en Catamarca, en La Bajada de las Sierras de Ancasti. La verdad que cuando era chico jugaba al fútbol, pero nunca se me cruzó por la cabeza llegar a donde llegué, es por eso que fútbol es lo más lindo del mundo. Me inicié jugando a los siete años en Social Rojas de Santa Rosa, donde me llevó el señor Galván. Ahí estabamos juntos con el “Vika” Luján, Claudio Luján y varios conocidos. Después dejé un par de años hasta que un día Villa Cubas me abrió las puertas. Tenía alrededor de once años cuando comencé a jugar en Villa Cubas. Cuando me inicié en el club de Las Chacras era un marcador central, y cuando llegué a Villa Cubas era marcador central o arquero, porque siempre me gustaron esos puestos dentro de la cancha. Un día sin debutar en la categoría que me correspondía me tocó jugar en la primera del león, como delantero, de la mano de Andrés Chazarreta. A pesar de que el entrenador me dijo que iba a ingresar a ese partido como delantero, apenas entrené dos días. El debut fue contra Salta Central en una semifinal de un Petit. La verdad que ese partido para mí es inolvidable, porque siempre era de ir a ver Villa Cubas en la cancha desde las tribunas. Ese día estaba entrando en calor y viendo pasar a los hinchas que me miraban sorprendidos al verme calentando con apenas 15 años. En ese partido estaban para Villa Cubas el Zurdo Rodríguez, Perico Díaz, tío del Cata Díaz, el porteño Fernández, Juan Carlos Reyes... de esos jugadores aprendí bastante, porque siempre dije que hay que saber escuchar a la gente, y tuve la suerte de tener delante de mí a varios monstruos a los que supe escuchar.

- ¿Cómo salió ese partido en que debutaste?
- Empatado 1 a 1; recuerdo que Salta Central tenía en ese tiempo muy buenos jugadores, como Darío Lujan; además en ese partido íbamos perdiendo y tuve la suerte de ingresar en el segundo tiempo y convertir el gol del empate.

- ¿Recordás las palabras que te dijo el técnico antes de ingresar?
- Sí. Él tenía toda la confianza en mí porque me había visto jugar en las prácticas en el lugar donde me puso él. Me dijo que le meta para adelante, que él sabía mis condiciones. Cuando ingresé a la cancha se me puso la piel de gallina porque era una semifinal de un Petit, y accedimos a la final del torneo con San Lorenzo de Alem, a pesar de que el primer partido lo habíamos empatado y al segundo lo perdimos, así que ese fue mi primer súper clásico. En ese tiempo jugaban unos monstruos en San Lorenzo como Víctor Jalil, Omar Agüero, César Nieva y Manuel Cerezo, a pesar de que ambos teníamos buenos equipos, ellos tuvieron más suerte que nosotros. En ese año me convocó el seleccionado de Catamarca, con el cual nos tocó pasar de ronda e ira jugar en Salta. Allí tuve la suerte de que me vio Silvio Marzolini, y junto a Ariel Contreras nos seleccionó para viajar a Buenos Aires, para que nos incorporemos a las inferiores de Boca Juniors. Tuve la suerte de estar un año y poder compartir plantel con varios jugadores que llegaron a primera división, por ejemplo Ariel Rosada, Martín Ríos, que luego atajó en Huracán, el Chavo Pinto y Aníbal Matellán. Además de poder jugar partidos amistosos internacionales con Boca.
Pero al ser el más grande entre mis hermanos extrañaba bastante; un día me dieron un pequeño permiso para venir a Catamarca a visitar a mi familia y no volví nunca más. Volví de Boca porque extrañaba mucho.

- ¿Cómo fue tu regreso de Boca a Villa Cubas?
- Regresé a Villa Cubas para jugar el Argentino A. Lo dirigía Héctor Ricardo Martínez, y yo era muy joven y por ahí no me tenían en cuenta, hasta que un día comencé a jugar y pude ser titular en un torneo Argentino A. En ese tiempo tuvimos la suerte de mantenernos en la categoría porque estuvimos de mitad de tabla para abajo.
Luego de ese Argentino A, pasé a Las Palmas de Córdoba. En realidad ese viaje a Córdoba tenía como destino a Instituto, pero los dirigentes de Villa Cubas no arreglaron el tema dinero. Cuando volvíamos con los dirigentes, detrás de nosotros venía un auto haciéndonos juegos de luces, así que nos paramos y eran los dirigentes de Las Palmas. En ese momento arreglaron y me quedé a jugar por un año allá.

- ¿Cómo era jugar para San Lorenzo, por tu pasado en Villa Cubas?
- En ese tiempo que me tocó jugar para San Lorenzo, no estaba para elegir club, a mí me gusta jugar al fútbol, además tuve la surte de andar bien en los torneos locales, me vio San Lorenzo y lo hice como hago con todos los clubes en que me toca jugar, juego a muerte.

- ¿Cómo fue tu paso por Policial en el Argentino B?
- Creo que después de jugar en Villa Cubas un Argentino A, tuve la suerte de poder jugar en Policial porque no se arregló mi pase a San Martín de El Bañado. En el primer torneo tuvimos un buen desempeño y en mi caso personal fue muy bueno, porque en 17 partidos marqué 13 goles. En el segundo campeonato le peleamos mano a mano el ascenso a San Martín de Tucumán.

- ¿También tuviste un paso fugaz por Ecuador?
- Gracias a Pedro Cornejo, que fue un técnico que estuvo en Catamarca. Él mandó algunos videos míos al Emelec de Ecuador, pero al llegar allá tuve la mala suerte de lesionarme el pie. Así que estuve un par de meses y no hacer nada para mí fue una derrota en el fútbol, y al estar lejos de mi familia, decidí volverme a Catamarca.
 

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