Florencia Tula - Cantante

“El folclore que prefiero es el de bombo y guitarra”

jueves, 19 de agosto de 2010 00:00
jueves, 19 de agosto de 2010 00:00

Florencia Tula tiene 24 años. Es técnica instrumentista de piano, cursa el cuarto año del profesorado de música. Canta desde que tenía 5 años y sueña con actuar en el Festival de Cosquín.

- ¿Qué es la música para vos?
- Es una forma de vida, de percibir los sentimientos y lo que pasa en la vida.

- ¿Por qué decidiste hacer folklore?
- Fue más una decisión de mis padres que mía. Ellos me inculcaron la música tradicional, y eso me llevó más a cantar folclore. Aparte mi familia es netamente folclorista, de madre bailarina y padre guitarrero y cantor.

- ¿Cómo fueron tus primeros contactos con la música?
- Mis orígenes nacen en mi pueblo, Balcozna. También del pueblo de mi padre, Los Castillos, en el departamento Ambato. Ahí tuve una gran influencia músical, como también en Balcozna.

- ¿Cuál es la diferencia entre la guitarreada en el pueblo y en la ciudad?
- Acá en la ciudad los guitarreros están sólo un rato, en cambio en los pueblos o en el campo se reúnen a tomar mates y a la noche se prende un fogón o un asado para seguir cantando y contando cuentos. Es muy diferente.

- ¿A qué edad comenzaste a cantar y tocar la guitarra?
- Comencé a cantar a los cinco años, en el coro de niños de la provincia con Mabel Cavallieri de Colla. Ella fue mi madre artística, ella me enseñó todo lo que es el canto. A los 11 años mi papá me mandó a aprender a tocar la guitarra con Rolando Zafe, y él fue quien me lanzó a cantar arriba de los escenarios con tres meses de guitarra. Mi primera actuación fue en el Exequiel Soria, para un evento del Rotary Club que se armaba en esos momentos.

- ¿Recordás en cuántas peñas y festivales estuviste?
- Realmente no tengo un número exacto de presentaciones en los escenarios, aparte ya son doce años cantando folclore. Por año hago entre seis a ocho peñas y en festivales me di el gusto de conocer casi todos los de la provincia. Aparte las peñas cambiaron bastante en los últimos tiempos, por la modernización de los instrumentos, antes se escuchaba un folclore más tradicional. El folclore que prefiero es el de bombo y guitarra.

- ¿Sentís miedo escénico en una actuación?
- Ya no, estoy acostumbrada... el miedo se puede sentir antes de subir al escenario y al bajar del escenario, arriba se me pasan todos los nervios y tan sólo me concentro en la música. Porque la mayor satisfación para un músico es que al terminar cada canción lo aplaudan.

- ¿Cuál fue el mejor festival en que estuviste?
- El Festival del Poncho, para mí es el mejor. Hace ocho años que vengo cantando. En mi caso me preparo durante todo un año para subir y que las cosas me salgan de la mejor manera. Mi preparación antes de subir al escenario es importante, me relajo mucho, trabajo las cuerdas vocales.

- Si no hubieses estado en el folclore, ¿qué otro género hubieses cantado?
- Creo que el rock, blues, pero estoy segura de que lo mismo hubiese seguido tocando folclore, ya que vengo de una familia netamente folclorista.

- ¿Qué te dio el folclore en tu vida?
- Muchos conocidos, experiencia, sastifacciones al tocar en varios escenarios. El folclore no te da amigos, a pesar de que te relaciones con artistas nacionales no armás una amistad, sí muchos conocidos en el ambiente.
Al principio lo tomás como hooby y ahí sí te llenás de amigos, pero cuando el tiempo pasa te das cuentas de que son sólo la gente del medio artístico.

- ¿Conociste a algún artista nacional que nunca imaginabas que podías llegar a tener a tu lado?
- Tamara Castro, me di el gusto de charlar en el festival de El Maíz en Los Varelas, una excelente persona.
Me hubiese gustado estar al lado de Mercedes Sosa y por lo menos saludar a uno de Los Nocheros.

- Aparte del Poncho, ¿a qué otro festival te gustó ir?
- A los 12 años, cuando recién empezaba, estuve charlando con el Chaqueño Palavecino y Facundo Toro, en un festival en que había 45 mil personas en San Pedro de Guayasán. Hace un par de años tuve la suerte de tocar, antes de subir al escenario, con el Chaqueño, y ahí vi la magnitud de los seguidores que tiene. Esa noche toqué ante 45 mil personas en El Pejerrey, en Pirquitas.

- ¿Cuál es tu meta?
- Mi meta más próxima es cantar en el Festival Mayor de Cosquín, porque estuve allí pero en las peñas.

Nuestra música

En Argentina, la música de proyección folclórica comenzó a adquirir popularidad en los años treinta y cuarenta, en coincidencia con una gran ola de migración interna del campo a la ciudad y de las provincias a Buenos Aires, para instalarse en los años cincuenta, con el “boom del folclore”. Como género, es el principal de la música popular nacional junto al tango.
En los años sesenta y setenta se expandió la popularidad del folclore argentino y se vinculó a otras expresiones similares de América Latina, de la mano de diversos movimientos de renovación musical y lírica, y la aparición de grandes festivales del género, en particular del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, uno de los más importantes del mundo en ese campo.
Luego de ser seriamente afectada por la represión cultural impuesta por la dictadura instalada entre 1976 y 1983, la música folclórica resurgió a partir de la Guerra de Malvinas en 1982, aunque con expresiones más relacionadas con otros géneros de la música popular argentina y latinoamericana, como el tango, el llamado “rock nacional”, la balada romántica latinoamericana, el cuarteto y la cumbia.

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