José Ariza - Historiador

“Catamarca creció, pero con muchas limitaciones”

sábado, 21 de agosto de 2010 00:00
sábado, 21 de agosto de 2010 00:00

José Ariza, magíster en Ciencias Sociales, es el actual director del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Catamarca.
Profesor de la cátedra Argentina Contemporánea, se define como militante peronista desde los 17 años. Fue uno de los creadores de la Juventud Universitario Peronista (JUP), entidad que lo tuvo como secretario general.

 

- ¿Por qué decidiste ser historiador?
- Mi vida, como creo que la de toda mi generación, tiene un vuelco muy importante a partir de lo que fue la Guerra de Malvinas en el 82. Éste fue un hecho importante que impactó en nuestra conciencia y comenzamos a preguntarnos sobre el presente y el pasado en términos políticos. Todo el proceso de Malvinas, tanto la usurpación como la derrota y la apertura post Malvinas me impactaron. En ese tiempo tenía 17 años y fue vertebral en mi vida, influyó en mis decisiones. En un primer momento quería estudiar ciencias políticas, pero no pude por mi procedencia social, ya que mi familia fue de clase trabajadora y no estaban dadas las condiciones económicas para que yo pudiera mudarme a otra provincia. Por consejos de amigos y de un pariente estudié Historia, porque este sujeto era jauretchiano, porque había leído a Jauretche y en su tesis dice que “la historia es la política del pasado y la política es la historia del presente”.
Por eso me decidí a estudiar historia en esta casa que me acogió bastante bien, a pesar de que había, en ese tiempo, examen de ingreso.
En la universidad conseguí aquello que venía a buscar sobre el pasado y presente de nuestra sociedad, como por qué somos como somos, de dónde venimos, cuáles son nuestras metas, y paralelamente tuvimos la maravillosa identidad democrática, ya que nuestra generación recuperó la democracia en las universidades.

- ¿Cómo fueron los últimos años de la dictadura para la universidad?
- Un momento de mucha “efervescencia”. Había una gran movilización en los jóvenes. Ahí salieron los que estuvieron ocultos durante la dictadura con este despertar hacia la democracia. Ya en esa época estaba la multipartidaria, ya se hablaba de elecciones.
En la universidad entraron algunas generaciones que habían quedado afuera y ellos trasmitían sus discursos que traían de los años 70, y nosotros, inexpertos pero con mucha vocación, queríamos los libros que antes se nos negaban. Por eso creo que tenemos que dimensionar lo que fue Malvinas. De aquella tapa de una revista que todavía conservo, que decía “vamos ganando”, a una derrota lamentable y que después de todo eso se desnude todo lo que fue la dictadura... teníamos que reconstruir un país a través de un pacto básico de pilares que son la verdad y la justicia. De ahí nos movilizamos todos los estudiantes de cada una de las diferentes ideologías políticas, y nacieron tres agrupaciones, una de ellas, “Lucha”, la formaban jóvenes que venían del radicalismo, peronismo, de la izquierda independientes; la otra era Franja Morada y la última era de los peronistas que no nos animamos a salir y de ahí creamos la UNAR, que duró poco tiempo, y después creamos la JUP (Juventud Universitaria Peronista).

- ¿Cómo te convertirte en un militante peronista?
- Tiene que ver con mi historia personal. Siempre digo que hay quienes son genéticamente peronistas, porque hablo de genética social, porque el espacio social donde uno vive y se desarrolla de algún modo lo va orientando.
Mi primer recuerdo del peronismo es la muerte de Perón, ese 1 de julio de 1974. Yo vivía en el barrio Villa Cubas, donde había dos televisores y recuerdo que se hizo un duelo muy grande, en todas las casas donde estaban los televisores los vecinos se pusieron a ver el velorio de Perón. A los 10 años de mi vida no comprendía, no me explicaba qué significaba aquello, pero en mi barrio había empleados ferroviarios, del correo, de vialidad… todos agradecidos porque pudieron ingresar al mercado laboral, acceder a bienes económicos, que sus hijos accedan al sistema educativo y que lo terminen, todos esos componentes han operado para que sea peronista.
En el 83, ya cuando tenía conciencia, me llegó muchísimo el discurso de la Intransigencia y Movilización Peronista.
A pesar de que Alfonsín era un líder difícil de vencer, por el impacto que causó en el año 83 y lo cierto era que siete de cada diez jóvenes estaban con Alfonsín.

- ¿Cambió Catamarca en los últimos años?
- Soy un convencido de que Catamarca creció pero con muchas limitaciones. En ese crecer se puede ver el desarrollo en viviendas, calles, pero hay que revisar las estadísticas en términos de educación. Si comparás los años 60 con los 90 hay diferencia.
En el año 40 lo más grave era la pobreza y era lo que estaba en discusión. El deber ser de esa época de la política era solucionar este problema, además de los reclamos de la falta de viviendas, de agua, luz... hace 40 años eran esos reclamos igual que ahora, pero con la diferencia que ahora le sumamos la inseguridad. Si cambiamos fue muy poco.

- ¿Cómo definiría la ideología política del catamarqueño?
- Es relativo, la identidad política no es permanente, porque en los años ‘40 Catamarca era una sociedad conservadora, en los ‘50 peronista…
Catamarca es entendida como conservadora porque no quiere reemplazar el status quo y vota en función de las preferencias del oficialismo.
Si el oficialismo cumple con dos o tres puntos básicos de ese pacto, la gente va a responder con la pérdida de identidad.

La “jotapé”

La Juventud Peronista, más conocida como JP, engloba al sector juvenil del Movimiento Nacional Justicialista. Fue fundada en 1957 por Gustavo Rearte junto a otros jóvenes militantes argentinos que se planteaban colaborar con la resistencia obrera a la dictadura militar que tomó el poder en 1955, derrocando al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y proscribiéndolo.
Gustavo Rearte fundó la Juventud Peronista en 1957 y fue integrante de su primera mesa ejecutiva. Cuando Lonardi, Aramburu y Rojas derrocaron a Perón en 1955, proscribieron al Partido Peronista y prohibieron la utilización del nombre propio de Perón, imágenes y todo lo relacionado con ellos. Rearte fue uno de los jóvenes trabajadores peronistas que integraron los numerosos Comandos de la Resistencia, formando parte del Comando Juan José Valle. La lucha por la vuelta de Perón y contra el régimen dictatorial lo llevaron a unirse con otros militantes peronistas: Carlos Caride, Jorge Rulli, Envar El Kadri, Susana Valle y Felipe Vallese.

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