Noemí Nieto - Madre de Walter

“No asumí nunca la muerte de Walter”

jueves, 9 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 9 de septiembre de 2010 00:00

Ocho años atrás, una medianoche de septiembre, la noticia más cruel arrancaba dolor en muchos catamarqueños. El héroe del cuarteto Walter Olmos, moría por un disparo en la cabeza. El cementerio local mostró cuán popular era al recibir sus restos.
Noemí Nieto, madre de Walter Olmos, se separó de su pareja Roberto Olmos, cuando su hijo era aún niño. Considera que jamás cumplió con su papel de padre. Hoy Noemí, de 43 años, es abuela de ocho nietos y siente dolor por el hijo que perdió. Acompañada por una de sus hijas, pronta a ser madre, ambas vestidas de negro, recordaron al ídolo en el aniversario de la tragedia.

- Como madre que pierde un hijo, cualquiera sea la circunstancia, siempre es terrible. En su caso, que fue madre de un artista famoso como Walter Olmos, que llevó su música desde Catamarca a gran parte del país, ¿cómo se siente en este nuevo aniversario?
- Para mí, es mi hijo. El ídolo, el famoso era para los fans. Para mí es muy difícil. Él está presente día a día.
Una como madre nunca está preparada para la partida de un hijo.

- Cuando empezó a vislumbrar su carrera como artista, ¿el entorno familiar pensó que debía apoyar esa decisión?
- El sueño de Walter, desde chiquito, era ser cantante. El estaba cumpliendo su sueño.
Yo no asumí nunca la muerte de Walter, esa muerte para mí no fue un accidente. Como madre lo siento así (su voz cambia y los ojos se enrojecen).

- ¿En ese caso particular influyó el entorno con el que se manejaba? ¿Cree que la gente que lo rodeaba no lo supo cuidar?
- Hoy por hoy, amigos son muy pocos. Cuando él estaba, yo tenía 30 años, y le hablaba sobre las amistades, porque no todos son amigos de verdad. Pero él a todos los llamaba sus amigos. Era una criatura.

- Cuando Walter Olmos empieza a viajar, a recorrer los escenarios de Tucumán y luego Buenos Aires, ¿usted se sentía tranquila como madre?
- Las veces que él viajó siempre lo acompañé. Me siento tranquila, porque cumplí mi rol de madre. Quizá el remordimiento más grande para mí fue ese día, por no haber estado allí. Ese día no fui.

- ¿Una cuestión del destino, mala suerte o una decisión equivocada al no acompañarlo?
- No fui por dos razones. Una porque mis chicos ya habían perdido dos años de escuela y no podían seguir así.
La otra era la novia que tenía, que no le permitía vernos, nos mantenía alejados. El me llamaba a escondidas; ella -Vanessa- no quería que nos habláramos.

- ¿Cómo se sintió cuando su hijo apareció en televisión, en reportajes del mundo de la farándula con la novia y sus peleas mediáticas?
- Sentí bronca, porque él era una criatura. A pesar de sus casi 20 años, era una criatura, enamorada… muy enamorada. Ciego, hacía lo que le decían.

- Cuando vemos los shows, los viajes, la proyección del ídolo, uno asocia la imagen del cantante con el dinero. ¿Se generó dinero como para ayudar a la familia?
- Por dinero, la gente habla de lo que supone que uno vivió, pero te digo que muchas veces no teníamos para comer ni en qué sentarnos... Yo he sido la menos beneficiada en esto.

- ¿Quiere decir que hoy en día no percibe derechos de autor?
- No, y nunca recibí nada. Tengo una pensión por ser madre de siete hijos, pero de lo que ganó Walter nunca cobré nada.
Inicié un juicio sucesorio, donde el abogado se portó mal. Cuando quiso salir el juico salió “el padre” (resalta con fuerza esta palabra) a pedir lo que le correspondía y el juicio quedó trabado.

- Usted perdió un hijo, y los eventuales beneficios obtenidos por su corta carrera, ¿también los pierde?
- Sí, así es.

- Cuando Walter fallece, y se reúne una parte del ámbito político alrededor del féretro, hubo promesas en ese momento. ¿Se cumplieron?
- Nunca… me acuerdo que fue Oscar Castillo (gobernador en ese momento) a mi casa y hablaba de una pensión.
Pasaron cinco años de la muerte de mi hijo y yo la necesitaba, tenía ocho hijos más y realmente necesitaba de ese dinero.
Me fui a Casa de Gobierno a averiguar. No pedía una pensión sino un trabajo. Y me dicen que yo estaba cobrando una pensión. No, yo no cobro nada, les dije.
Me mandaron a buscar el expediente en la Legislatura, donde lo habían redactado, me atendió un señor Fadel, y me pidieron que vuelva en una semana.
Cuando volví ya se había perdido el expediente. Y nunca más volví.

- Cuando visita el cementerio o en sus momentos de recuerdo, ¿cree que el resto de la sociedad, a la que Walter les cantaba, también lo recuerdan o lo tienen presente?
- Sí, lo recuerdan, pero son contados los casos.

- ¿Qué imagen de Walter quedó en sus hermanos?
- Era el hermano mayor y para ellos es el padre, el amigo, el ídolo… es todo para ellos.

Walter Olmos (San Fernando del Valle de Catamarca, 21 de abril de 1982 — Buenos Aires, 7 de septiembre de 2002) fue el más grande cantante cuartetero que haya dado Catamarca. Era considerado el sucesor de Rodrigo Bueno, fallecido dos años antes, el 24 de junio de 2000. Fue junto a él con quien debutó profesionalmente. Una anécdota cuenta que mientras el ya famoso cuartetero Rodrigo esperaba para hacer un show en Catamarca, escuchó una canción de Walter y enseguida se interesó por el joven. Lo invitó a participar en un show en Buenos Aires y Walter aceptó la oferta. Con Rodrigo realizó varios shows en bailantas de Capital Federal y la Costa Atlántica. Con el tema “Por lo que yo te quiero” (original de la Mona Jiménez, otra leyenda del cuarteto), Walter hizo una adaptación que fue un suceso. De este tema y de su primer trabajo llamado “A pura sangre”, Olmos logró vender en pocas semanas la cifra de 150.000 discos, un auténtico fenómeno. Por este motivo fue apodado como La locomotora catamarqueña. Ya consagrado como cantante, Walter editó sus otros dos discos, los cuales fueron un éxito. La madrugada del 8 de septiembre de 2002, Walter, en un confuso episodio, murió mientras manipulaba un arma al recibir un disparo en la cabeza.

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