Carlos “Bibi” Acosta, oriundo de la provincia vecina de Santiago del Estero, lleva 15 años en el mundo del básquet, dando sus primeros pasos como jugador en el Club Independiente, para luego ascender como su entrenador en la categoría Mini Básquet, convirtiéndose poco después en entrenador nacional de este deporte.
En 2004 abandonó momentáneamente el club que lo vio crecer como deportista para empezar con “Olímpicos de la Banda” y luego con “Quimsa”, como entrenador de divisiones formativas. Poco después dirigió la Liga Nacional desde el Club Independiente y llegó a ser campeón de la Liga “C”.
Actual entrenador del Club Olimpia, desarrolla su tarea con sacrificio, seguro de que el éxito del plantel se logrará mediante la voluntad del equipo y los aportes del gobierno provincial.

-¿Cómo se inicia en el mundo del entrenamiento de básquet y qué lo lleva a venirse de Santiago del Estero a Catamarca?
En mi vida de jugador tuve algunos inconvenientes personales, y por ese motivo cuando empecé a entrenar dije que no me iba a mover de Santiago por ese tema. Pero un día un amigo me dijo que sería bueno que fuera a enseñar a otra provincia, y bueno, me convenció y me trajo aquí a Catamarca. Me vine a esta provincia por una cuestión de distancia, no quise ir a otro lad. Me podría haber ido a Santa Fe, donde jugué mucho tiempo en Liga Nacional, pero era muy lejos y mi hija más chica me lo impedía. Entonces decidí que Catamarca era ideal, pero más allá de todo vine acá para acompañar a un amigo y para hacerle de asistente del TNA (Torneo Nacional de Ascenso), me gustó, me quedé y hablé con mi familia, que estuvo de acuerdo y me quedé acá definitivamente. Mucha gente se pregunta por qué no me voy a dirigir a otro lado, y no lo hago porque realmente Catamarca me gusta muchísimo y no cambio este lugar por nada.

-¿Se puede vivir del básquet en Catamarca, siendo que no es un deporte que tenga gran competencia ni apoyo?
Sí, afortunadamente vivo del básquet, económicamente me reditúa y es por eso que aún estoy. Debo decir que sí se puede vivir del básquet, me pagan lo que corresponde, no es una fortuna pero me permite vivir bien. Lo único que tengo que hacer es entrenar y tratar de diagramar toda para que el día de mañana Olimpia tenga por lo menos dos jugadores de trascendencia, y entonces ahí mi tarea será fructífera.

-¿Cómo ve la calidad del básquet acá en Catamarca?
Cuando uno hace un proyecto deportivo ve tres cosas. La primera es el material humano; segundo los elementos, como sería la cancha, pelotas, trabajo; y finalmente el tercer elemento es el acompañamiento dirigencial, que es algo fundamental. Material humano hay, no solamente en Olimpia sino también en los demás clubes de la provincia, pero lo que hace falta es disciplina y trabajar a conciencia.
Antes de venir aquí yo no era entrenador “full time” porque tenía mi trabajo a la tarde, y sin embargo hacía lo mismo que aquí con el mismo corazón y con el mismo empeño. Entonces a lo que quiero llegar con esto es que no es una excusa el hecho de trabajar en otro lugar como para descuidar la dirigencia de un club. Hay que ponerle mucho esfuerzo, planificación y por supuesto conocimiento. Creo que los entrenadores de Catamarca están capacitados para hacer un excelente trabajo, por suerte en mi caso tengo un buen acompañamiento dirigencial, no sé si en otros clubes habrá ese acompañamiento, pero eso es lo que más hace falta para poder desempeñar con éxito la tarea.

-¿Nota una cierta evolución en el básquet de Santiago del Estero, especialmente en sus principales clubes, como lo son Quinsa y Olímpico de la Banda?
Si, indudablemente, pero hay una diferencia. En Santiago del Estero el gobierno actual acompaña mucho en cuanto a lo económico. Creo que eso es fundamental en las provincias del norte, porque no hay empresas privadas que puedan apoyar al deporte en esta parte del país. Y si el gobierno no ayuda se torna aún más difícil. Olimpia está jugando desde hace cinco años gracias al sacrificio de los dirigentes particulares, y sobre todo por un apoyo gubernamental importante de acuerdo con lo que se juega, y creo que sin ese apoyo no se podría hacer básquet de alta competencia.

-¿Con esto considera que las políticas deportivas son suficientes o cree que falta reforzarlas?
La verdad, no me quiero meter en ese tema porque si hablo lo haría sin conocimiento de causa. Pero hasta lo que yo sé y lo que concierne al Olimpia, el gobierno nos ayuda; pero como digo, uno no puede delegar todo el peso a las autoridades, sino que hay que ir de la mano y seguir entrenando para que los deportistas salgan de un ámbito tan difícil. Pero con sacrificio y la compañía del gobierno se pueden hacer muchas cosas.

-¿Cómo ve venir el próximo campeonato de la Liga “C”? ¿Considera que es en vano esta realización?
Hace cinco años que Olimpia viene insistiendo en esto del “proyecto de básquet Olimpia”. Primero fue el TNA, donde fue el único club de la provincia que jugó a alta competencia, lo que dejó como resultado una buena infraestructura, buen piso de parqué, relojes, vestuarios y socialmente e incluso deportivamente dejó un incremento de 300 chicos en el club.
Hoy vuelvo a insistir nuevamente en ese proyecto que por supuesto debe ser acompañado de un trabajo de división formativa, para que en un futuro el club ascienda y así tener chicos preparados para jugar. Todo esto no es en vano, porque el chico tiene que tener un espejo, una referencia o un horizonte donde jugar, porque si Olimpia no jugara qué sería de los chicos. Ellos se cuestionarían el por qué entrenan o a qué metas tienen que llegar; es decir, qué espejo tienen de jugadores de primera división. Aquí vienen muchos jugadores de otros lados y traen nuevos comportamientos, son jugadores profesionales y los chicos del club los ven y siguen su tipo de entrenamiento, la forma en que visten, cómo hablan, y todo eso es acompañado por un entrenamiento deportivo.

- Además de un entrenamiento deportivo, ¿se podría decir que el Club también cumple una función social en los jóvenes?
Por supuesto, aquí no solamente se entrena básquet sino también se lo contiene al chico. Tal vez no en la medida de lo ideal, pero en la mayoría de los casos se lo contiene muy bien, en cuanto a lo social y a lo deportivo. Y es por eso que Olimpia insiste tanto en este proyecto deportivo, porque creemos que no hay otro camino. Cuando hay competencia en el deporte, nada te asegura que vas a ascender y se va a llegar a ser lo máximo a nivel nacional. Pero si se hacen bien las cosas seguramente se concretarán, y el día que eso suceda tiene que ir acompañado por un buen trabajo de base, que es justamente lo que actualmente se está haciendo en el club.