Federico Hausberger

Un hombre multifacético que dio grandes satisfacciones a Catamarca

sábado, 22 de diciembre de 2012 00:00
sábado, 22 de diciembre de 2012 00:00

Camino a su casa con todo el calor de la tarde encima, sigo dándole vueltas a por dónde empezar la entrevista, y qué cosas dejar de lado, porque es tanto lo que puedo hablar con Federico que me resulta complicado elegir. Toco el timbre y al entrar, una vez más me deleito con la vitrina de cámaras fotográficas y filmadoras que atesora, lamentablemente para mí, la mayoría herméticamente guardada.

Nos sentamos en su fresca oficina y nos ponemos a charlar. No deja de asombrarme su capacidad de recordar fechas y nombres y detalles… detalles de esos que se le pasan a la mayoría.

-Cuénteme un poco de su experiencia como maestro rural en Salta

- Cuando terminé la secundaria, salió una oferta del Ministerio de la Nación, en la que los maestros que se incorporaran a zonas rurales eran nombrados titulares directamente. Yo no pude ir a la universidad porque terminé en abril, me quedó una materia, química, y en esa época no se podía ir a estudiar a mitad de año, ahora se puede creo. Me inscribí para Salta y en agosto llegué a Iruya, la escuela se llamaba Casa Grande, era una ladera y una casita nada más, plena montaña árida, una zona muy fría, todo era una aventura. Recuerdo bien el primer día de clases, pararme frente al grado y ver esos chicos, entre los que había cinco matacos, con los ojos abiertos, ávidos, fue darme cuenta de que estaba cumpliendo un rol distinto. Y lo asumí, pero fue un gran impacto ver esos ojos.

-¿Y cuando volvió a Catamarca?

- Cuando falleció mi papá. Me postulé en el banco y mi examen fue bueno, estaba Bolea de gerente y de acuerdo a la clasificación yo había salido primero, al menos eso me dijeron a mí – se ríe- y segundo había salido otro muchacho que jugaba al básquet, y por esas cosas que pasan dijeron “pónganlo a Fulano primero, porque Hausberger tiene el primo diputado así que seguro que va a salir”, porque Carlos María Correa mi primo era diputado nacional. Y en Buenos Aires respetaron sólo el primer lugar y al resto ya los tenían elegidos, gente que ni siquiera rindió. Como uno de ellos tenía antecedentes por robo, quedó un cargo al que entré un tiempo después. Estuve trabajando como adscripto sin serlo durante siete años y cuando por fin reconocieron el cargo se lo dieron a otra persona – asoma su sonrisa - a ese mismo con el que me cambiaron de lugar en la lista del examen.

- Y después trabajó en Turismo…

- Si en agosto del ‘76 me llamaron para hacerme cargo de Turismo. Yo quería hacer la Fiesta del Poncho, que no se hacía desde el año 74, y también activar las hosterías que estaban todas paradas. El 2 de febrero de ese año mandé un instructivo para todos los intendentes; cuando le dije al gobernador que estaba todo armado se quedó mirándome sorprendido.
Siempre digo que esa fue la Fiesta del Poncho más fácil, porque todo el mundo quería que se haga, iba a una repartición y todos decían “¿qué es lo que necesita?” Era pedir o sugerir o planificar y se hacía.
Armé la Cámara de Servicios Turísticos y me llamaron del gobierno porque estaban suspendidas todas las organizaciones gremiales, tanto de obreros como empresarios… pero yo necesitaba eso y trabajó, funcionó.
Modificamos el escenario mayor agregándole dos escenarios chicos como bombos a los costados, para darle más agilidad, entonces se cerraba el telón y aparecía por un costado Aísa y presentaba el siguiente artista, y en el otro bombo salía un solista mientras se preparaba el escenario central. Para el público hicimos un declive porque sino la gente del fondo no vería nada, también encargamos murales a artistas locales, estaba Guarás entre ellos, si se rasca la pintura están los murales. Diseñamos un sistema para que la luz rebote en el techo, entonces no encandilaba desde ningún lugar, un trabajo hermoso.
La sorpresa fue para mí cuando el ministro me llama para decirme que estaba todo aprobado, yo había tenido una discusión con el gobernador en la que no me dio la razón ni por casualidad, pero no me lo autorizó él, le dijo al ministro.

- ¿Y qué me cuenta de su labor como productor televisivo?

- Cuando comenzó el canal 12 acá participé en “El tren de las 12.30”, llevábamos imágenes y publicidad. Después hice “Catamarca voz y presencia”, con Carlos Bravo, viajábamos todos los sábados a Córdoba con los artistas. Después “Semanario Catamarqueño” y acá en la agencia hicimos mucho periodismo para canal 13 de Buenos Aires también.

 
Gentileza Federico Hausberger

En el ‘83 hicimos “Compartir la ilusión” en canal 7, en donde está la terminal, ahí funcionaba el canal; fue ideado para ser una sola emisión cerca de Reyes pero gustó tanto que lo armamos para comenzar en marzo. Lo conducía Humberto Jerez y actuaban los chicos, había juegos, mago, payaso. Me acuerdo que el salón tenía 3,5 x 7 pero hasta un aro de básquet teníamos.
También hacíamos “Informativo Municipal” y “Sábado a la tarde”, que se transmitía por supuesto (sonríe) los sábados a la tarde, ese era un programa cultural con entrevistas, Cacho Serra era el conductor, Carlos Bravo ya era director del canal y teníamos de columnista al Profesor Bazán, que hablaba de la historia de Catamarca.

- Del trabajo que hizo con CIGA (Comité Interdisciplinario de Gestión Ambiental) ¿Cuál fue la misión que más lo reconforta?

- Una de las cosas más importantes fue salvar el parque Adán Quiroga, estaba secándose porque no tenía agua. Investigando damos con un pozo que abastece a las 500 viviendas y que de noche al bajar el consumo desviaban el agua al arroyo, así que hicimos una colecta con Club SERCA y compramos los materiales para que a esa agua durante la noche la subieran y volviera por todos los circuitos naturales que tenía ya el parque.
Hemos hecho cosas concretas, y por ahí de vez en cuando hacemos algo, pero que diez años después hablando con un chico me cuente experiencias que tuvo por CIGA que lo marcaron positivamente, eso es lo más reconfortante.

- Creo recordar que hicieron también un trabajo de forestación, ¿es así?

- Sí, con Joven CIGA, viniendo por la avenida Legisladores, entre el Circuito de la Vida y el playón ese donde van los circos, antes no había nada, forestamos con los chicos de las escuelas, fue una linda convocatoria.
Los vecinos sin voz, una iniciativa mía con el apoyo de CIGA, sobre el buen trato y el mal trato de los árboles, Celeste García Severini fue la docente y los chicos escribían y leían relatos, situaciones de las que habían sido testigo que involucraran a los árboles.
Después con diario El Ancasti hicimos una convocatoria abierta sobre la importancia del agua, sobre contaminación, conservación, ahorro; y otra sobre el tratamiento de la basura.
El tema de la basura fue tan grande que hicimos otro proyecto con las pilas, y llegamos a juntar 12.000. En el basurero donde la separan, hay cuatro moles de cemento de 70x70x70 cada una con 3.000 pilas. Nos falta mucho en el tema, mientras tanto ésa es la mejor opción.

Se levanta a buscar unas fotos cuando llaman mi atención, en lo alto de una biblioteca, tantos trofeos y copas que resulta imposible contar sin tomarme un buen tiempo, los hay de todos los tamaños y colores brillando relucientes. Le pregunto si son todos de básquet, recordando que además Federico fue parte de la selección campeona en el ’70, a lo que recibo como respuesta: “Acá el que no juega al básquet no come” y se ríe. Y no sé si por la comida o porque la sangre tira, pero todos sus hijos pasaron por el Red Star que está pegadito a su casa, club del que formó parte como jugador y presidente, y que hoy lo deleita con el sonido del dribbling y el rechinar de las zapatillas en la cancha.

Básquet

Federico fue jugador de la selección de Catamarca del 64 al 71, con la que salieron campeones en el año 70. Jugador del Club Red Star que lo eligió varias veces presidente. Fue quien impulsó la escuela de básquet, con la filosofía de que los alumnos no tenían la obligación de formar parte del club. También la modalidad de que todos los jugadores del mini y más tarde extensible al maxi básquet participen como mínimo en uno de los 4/4 del partido y en tres como máximo, para estimular la participación y evitar la deserción.

Guía Teke

La primera guía turística de nuestra provincia salió en julio del 76, durante enero de ese año Federico viajó con sus colegas por toda la provincia haciendo notas y tomando fotografías. Cuando se produce el golpe de estado se comunica con la imprenta e intenta suspender la impresión, pero ya habían “ensuciado” el papel, ya habían tirado un color, en esa época se tiraba primero un color, después otro y así sucesivamente. Fue duro para él, pero ya no había marcha atrás.

Entrevista y fotos:
María Schaefer
 

Comentarios

Otras Noticias