Me ha tocado asistir a muchos recitales de bandas de rock desde ya hace más de 15 años. Cuando uno va a ver a las “locales” sinceramente espera encontrarse con un grupo de amigos que se juntan por amor a la música y a sus bandas favoritas, apegándose, a veces, tanto a ellas que terminan sonando peligrosamente parecidas. No fue lo que viví esta vez. Fue el primer show que vi en vivo de Panamá, y seguramente no será el último. El trío formado por Iván S. en guitarra y voz, Jeremías Luna en bajo y Gonzalo Pais en batería, demuestra sobre el escenario que son algo distinto. Mientras los escuchaba intentaba poner un estilo a lo que hacían, pero la tarea era, con el correr de los temas, cada vez más complicada. Luego del recital, hablé con Iván, quien sólo corrió el telón para ver qué había más allá de su música.

- ¿Cuándo nace Panamá?

- La banda surge en 2007, cuando volví de Córdoba y fue ahí que notamos que todas las bandas que escuchábamos sonaban iguales o muy parecidas, ninguna nos llenaba espiritualmente. Sentíamos que había un vacío y que Catamarca podía aportar quizás otra cosa, con alguna otra ambición un poco más refinada, un poco más puntual y urbana. Esas cosas que reflejan quizás un poco más la vida de los integrantes de Panamá, las experiencias de cada uno.

- ¿Mantienen la misma formación desde entonces?

- No, el violero original se nos escapó y lo perdimos. Ahí empezamos a probar varios guitarristas, hay que decir que en Catamarca hay muy buenos músicos, pero no encontramos alguno que entendiera realmente la estética. En 2007 no estábamos tan cultivados en música como hoy, entonces tirar el concepto y que entiendan hacia dónde apuntábamos era más difícil, y nunca logramos que nos tradujeran la idea que queríamos proyectar desde lo musical. Fue entonces que decidí comprar una guitarra y un “ampli” y aprender a tocar. Hasta ese momento, sólo cantaba, pero fue el paso que necesitaba y desde 2008 a la fecha mantenemos esta formación.

- ¿Qué influencias musicales tuvo la banda desde entonces?

- Desde Joy Division, Los Pasteles Verdes, Los Iracundos, Pink Floyd, Los Ángeles Negros, Black Sabbath, Armando Flores, Sandro, Velvet Underground, Goyeneche… no tenemos un estilo definido, tanto para las bandas que nos influenciaron como para lo que es Panamá en sí. Es rock simplemente, usamos ese término porque no existe el estilo, lo que hacemos es muy complicado de encasillar. Si bien tenemos algunas canciones punk, no definen al sonido de Panamá por ese género, quizás haya una fuerte influencia new wave, pero tampoco podés llegar a catalogarnos con ese estilo.

- ¿Cómo surge el nombre Panamá?

- Surge de la necesidad de ponerle un nombre a la banda que no tenía un estilo, que no tenía un concepto muy definido pero que sabía hacia dónde no quería ir. Nosotros tratamos siempre de evitar los “clichés” de todas las bandas, siempre hicimos y bancamos nuestros propios shows, intentando traer a alguna banda de afuera, evitamos participar de los festis o de ir a programas de radio tratando de cultivar siempre un bajo perfil y hacer lo nuestro y nada más. Es también parte de la necesidad de distinguirnos de otras bandas que entran en un circuito en el que no nos sentiríamos cómodos.
En medio de eso surge ponerle Panamá. Tenemos un flyer en el que sale Pablo Escobar Gaviria, y el que lo hizo me preguntó lo mismo. La idea era expresar las texturas que te da la latinidad desde lo urbano, las historias mínimas que transcurren todo el tiempo en estas grandes ciudades. Desde mi experiencia, viví durante doce años en Córdoba y adquirí esa sensibilidad hacia esas pequeñas historias que transcurren en las grandes urbes. Tenía que ver precisamente con eso, con la clandestinidad y la oscuridad que todos tenemos por el simple hecho de ser latinos. Panamá siempre me sonó a mí como un color cremoso, y por ahí especulábamos con esa sensación de un pibe descalzo con las patas en un canal, pensando vaya a saber uno qué cosas y yendo hacia quién sabe dónde.

- ¿Cómo es el proceso a la hora de componer?

- Tenemos dos métodos de composición, por ahí yo vengo con una idea o el bajista con algo, tenemos un batero muy bueno por suerte, muy versátil, se adapta muy fácil a lo que tengamos. Un bajista que viene de la escuela del heavy metal, y yo desde mi lugar trato de darle una esencia pop, para darle esa mixtura, esa cosa agridulce que tienen. Por ahí una canción viene rápida, muy agresiva y es una canción de amor. O compongo yo o salen de las improvisaciones, zapamos mucho y es cuando a veces salen algunas de las canciones de la banda.

- ¿Y la idea es plasmar todo esto en un primer disco?

- La idea es entrar a grabar pronto con Juan Morán. Él tiene un sello móvil instalado en Córdoba que se llama Volante Discos. Este muchacho se interesó en nuestra banda, y por eso fue sonidista ad honorem, y crecimos mucho gracias a él. Es importante que haya un oído que desde afuera nos vaya orientando con un criterio diferente. Mucha gente se ha acercado al proyecto Panamá, para nosotros es un proyecto que tenemos con la idea de ser una especie de antena, tomamos conciencia de la situación en la estábamos, que éramos muchos los que estábamos locos y querían expresarse. Panamá por ahí buscaba eso, por eso actualmente trabajamos con gente que nos hace visualizaciones, gráfica, prensa, otros nos graban. A pesar de que en el escenario se ve a tres personas, hay un grupo de gente mucho más grande atrás que está comprometida con el concepto, con una idea, que es apoyar a una banda que planea ser diferente, ir por un andarivel distinto.

- ¿En Catamarca eso cuesta a veces un poco más?

- A nosotros nunca se nos complicó, creo que fue lo que más fácil nos resultó porque básicamente nosotros partimos de eso. Vas a escuchar muchas bandas y te vas a dar cuenta que Panamá es diferente, y desde 2007 que es así. Desde esa fecha a hoy seguramente tocamos un poco mejor, aunque seguimos haciendo algunas canciones de entonces. La idea sigue siendo la misma.

Texto y fotos:
Marcos Córdoba