Lucía Bulacios, cantante y conductora

La idea fija de transmitir

jueves, 6 de diciembre de 2012 00:00
jueves, 6 de diciembre de 2012 00:00

Llegó al canal y contó que era hincha de Rosario Central. Me exigió noticias del “Canalla” de muy mala forma, y confieso que en un momento en que la ira se apoderó de mi persona pensé en vengarme de la forma más cruel. No fue el mejor de los comienzos en una relación de compañeros de trabajo.
A los días entendí que es una hermosa persona, que sólo había hecho radio un ratito en Córdoba y que ni se notaba que conducir “Nuestra Mañana” de Canal 5 era su primera experiencia “en serio”.
Atrevida, suelta frente a la cámara. Toda una grata sorpresa de quien busca “transmitir” a través del micrófono, ya sea en radio, TV o cantando.

-¿Hay algún momento en que la música te llegó, cuando dijiste por ahí ‘esto me gusta mucho’?
-¡Cuando vi a Daniela Herrero tocar la guitarra! –gritó- Ese día que vi el video de esta chica me dije “yo quiero tocar la guitarra así”.
Pero tocar por tocar. Tenía 12 años, siempre lo escuchaba cantar a mi papá en los asados y cosas así, y un poco como que me nutrí de eso. Encontré en la música un hobbie en aquel momento, y de grande decidí hacerlo profesionalmente, que fuese algo redituable.

-¿Canta bien tu viejo?
-Canta (la respuesta fue seca, seguida de una risa).
Canta bien mi viejo, tiene un registro importante y una onda muy parecida a Nino Bravo, aparte canta de todo.

-Antes de esto ya habías hecho coros…
-Sí, a los ocho formaba parte del coro de la provincia. Participamos de dos eventos grandes, con Opus Cuatro en una oportunidad y Lito Nebia después. Él particularmente es un monstruo, y me marcó mucho.

-Cuando lo viste de tan chica ¿tenías una real dimensión de lo que era el tipo?
-Y, calculo que no, era chica. Pero lo conocía por sus temas, por La Balsa o Sólo se Trata de Vivir, y el único dato que tenía era que era rosarino y muy amigo de Fito Páez, uno de mis ídolos más grandes.
Es difícil decir que él fue el que me transmitió todo esto, porque no lo conozco. Pero fundamentalmente a través de su música fue que me interesé por entrar en todo este mundo.
Las primeras canciones que saqué en el piano eran de él, y el estilo que tiene me gusta mucho.

-¿Referentes?
-Fito Páez, Lito Nebia, la Troba Rosarina es su totalidad, con Juan Carlos Baglieto, Silvina Garré, Rubén Boldini; Jorge Drexler que es un cantautor uruguayo del que me nutrí mucho.
Y después en el plano internacional, muchas bandas como Los Beatles, Aerosmith; Pedro Aznar me fascina… todo muy variado. Pappo, Charly García, Fabiana Cantillo, es así como un collage de artistas que me gustan.

-¿Y cuándo dijiste ‘me hago profesional’, cómo fue ese paso?
-Es mucha responsabilidad, es otra cosa. Tenés que plantearte un objetivo, hacer un esquema de trabajo, porque lo empezás a tomar como tal. Uno se compromete desde otro punto y de otra manera.
El primer laburo pago fue a los 17, con un público ‘en serio’ por así decirlo. No como antes que estabas con tus compañeros de escuela o en reuniones familiares, y sabías que nadie iba a hacer ni una mala mueca (se ríe).
Más adelante se me dio la posibilidad de hacer contacto con gente de Rosario. Yo había grabado un demo con pistas, temas de Fito y otros autores, y entonces habiendo establecido contacto con esta gente de allá…

-Te interrumpo, ¿grabaste para que te escuchen?
-Quería escucharme yo, básicamente. Tener un material mío para difundirlo en el momento que fuera necesario.
Fue algo muy casero, muy tranqui, pero que me sirvió para poder mandárselo a esta gente a la que le gustó. Después me invitaron a unos eventos a esa ciudad que tanto conocía por fotos y por Fito.
No conocía, Rosario para mí era igual a Fito Páez. Y eso ya era demasiado. Allá conocí una movida cultural muy importante.

-¿Al plano de la música provincial como lo ves?
-Catamarca es difícil para hacer música, más si no sos del palo del folclore. Cuesta remarla.
Yo tengo escritas cinco canciones y de ahí laburo con covers, casi todo influenciado por los artistas que nombré hace rato.
El tema es que Catamarca tiene un público difícil, pero donde fui traté de imponer siempre un sello, más allá de haber tocado temas de otros artistas.
Busco transmitir lo que a mí me quedó cuando empecé a escuchar música.

-¿Y el tema de la comunicación, de dónde sale?
Estudié Comunicación un año, en Córdoba, y por problemas de salud tuve que volverme. Después cambié de planes por la inmadurez propia de quien tiene que elegir qué va a hacer el resto de su vida a los 17 años. A mí me costó bastante, pero radio y locución es algo que siempre me gustó desde chica, cuando jugaba con mis hermanos a hacer un noticiero con cámaras y micrófonos de juguete. Lo mismo me pasó con la música.
Creo que la locución está relacionada con la música. Lo que quiero es transmitir lo que me pasa. Muchas veces se me hace más fácil transmitir cosas cantando que hablando.

-Y del canal qué me podés decir…
-Lo que más rescato en esta experiencia laboral en el canal es el grupo humano que conocí. Nunca me hicieron sentir que era nueva, o que recién estaba comenzando. Al contrario, me brindaron las herramientas y me dan el respaldo todos los días para tener la confianza de seguir haciendo esto.

Entrevista: Martín Noriega

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