Pablo Chamorro: Editor y realizador
“El secreto es tener fe, paciencia y constancia”
Luego de su paso por Catamarca, el realizador, editor y director de TV, nos cuenta su vida en Los Ángeles, California.Pablo Chamorro comenzó trabajando en una radio como cadete y su pasión por el cine y el arte audiovisual lo llevó a dedicarse de lleno a la TV. Antes de llegar a Catamarca, en el año 2011, realizó pistas de sincronismo para shows en el Luna Park, Teatro Astros, y bancos de imágenes para shows en los estadios Vélez Sarsfield y River Plate, entre otros. Pero, como él mismo cuenta en esta entrevista telefónica que concretamos desde Los Ángeles, California, donde actualmente vive y trabaja para la compañía KNC en la realización de varios programas televisivos, se enamoró de Catamarca y el hecho de vivir por un año en la provincia, significó para él un gran cambio en su vida profesional y personal.
- ¿Cómo llegás a Catamarca?
- Tenía varias posibilidades de trabajo: una era trabajar en Buenos Aires en Gran Hermano, la otra para ir a trabajar en Lima, Perú, y la otra era una propuesta en Canal 5 Aire Visión, en Catamarca. Cuando yo dije “me voy a Catamarca” a coro, todo el mundo me dijo: “¡Estás loco!”. Pero la verdad es que no sé si es por esa cosa que tenemos los argentinos, de no apreciar nuestro país, que me dijeron eso. Contrariamente a lo que a veces pasa en Argentina, que la gente va a Buenos Aires para “triunfar”, a mí me fue muy bien al salir de allí e ir a Catamarca. Es muy loco, pero en la provincia me encontré con varias cosas que me sorprendieron, tanto a nivel profesional como personal, por varias cosas que me pasaron mientras estuve allí. Por un lado, por la calidad del profesionalismo que hay.
- Además hubo reconocimientos a tu labor, mientras trabajaste acá…
- Si, eso fue increíble, porque me encontré con el reconocimiento del Municipio de Valle Viejo, que me entregaron una Mención de Honor, lo hizo, más precisamente la intendente Natalia Soria, y además tuve la oportunidad de trabajar con la actual gobernadora, Lucía Corpacci.
- ¿Qué tipo de trabajo hiciste?
- Fueron trabajos de edición y realización, que me dieron la oportunidad de trabajar en un campo y con una experiencia que quizás en Buenos Aires no lo iba a tener, tal vez iba a estar como director de cámaras en un lugar puntual, sin poder abarcar más, no como me pasó cuando fui a Catamarca, en donde pude trabajar con la gobernadora y hacer ese tipo de trabajos. En Buenos Aires uno hace un trabajo puntual y nada más. En cambio, ahí trabajé para la gobernación, y todo gracias a que estuve en la provincia.
- Todos estos reconocimientos te dieron ánimo...
- Sí y gracias a eso es que pude aplicar para venir a EE.UU., porque en ese currículum que yo envié, tuvo peso el hecho de haber trabajado para una gobernación cercana a la presidenta de la Nación, que no era el mismo currículum que hubiera tenido si me quedaba en Buenos Aires. Pero todo pasó por tres cosas: fe, constancia y paciencia.
- ¿Qué trabajo hacés actualmente allá?
-Hoy por hoy puedo decir que amo lo que hago. Trabajo para un programa de TV de California, parecido al de Doctor Oz, que es un médico naturista que da consejos, además filmamos otros trabajos que salen en California, y por Direct TV a más de 60 países.
-¿Cómo es la cuestión de la diferencia cultural en los EE.UU?
- Hay mucha gente que quiere actuar como si estuviera en Argentina, pero viviendo acá y eso no funciona. Así como vienen, se van. Acá es otro sistema. Es como todo, si no te gusta el sistema, te vas. No es perfecto pero hay grandes diferencias con Argentina. Acá funciona todo, pero así como funciona, vos estás obligado a cumplir con el Estado. Yo tengo que pagar mis impuestos, tenés que tener todo al día, a diferencia de lo que es allá. Las leyes son duras y crueles, y las multas muy altas, pero yo, como peatón, pongo un pie en la calle y los autos se detienen porque la ley exige eso, y no puedo tirar un papel en la calle, y se mantienen limpias gracias a eso. Uno tiene que cambiar de mentalidad.
-¿El cambio te costó?
- Al principio no es fácil, porque además de la cultura y el sistema, está la barrera del idioma. Yo llegué hablando “americoya” (risas), pero estoy estudiando. Acá hay escuelas para que la gente de habla hispana aprenda el lenguaje, porque el americano, si no te entiende, no te atiende. Así que mientras más hables el idioma, mejor.
-¿Hace cuánto que estás viviendo allá con tu familia?
- Estamos acá hace un año y unos meses, pasó todo muy rápido.
- Sé que personalmente tu estadía en Catamarca fue muy significativa por varios motivos, en particular, por la atención médica que aquí recibió tu hijo…
- Sí. Contrariamente a lo que, inclusive, me dijeron muchos catamarqueños, la atención médica que recibí para mi hijo estando allá, fue excelente. Mi hijo Santino llegó a Catamarca con problemas de audición y habla, y la gente me decía, ¿pero por qué no operas a tu hijo en Buenos Aires? Pero allí es donde encontré a profesionales que me dieron soluciones, porque en Buenos Aires los que me atendieron no sabían cuál era el problema que tenía mi hijo. Allá hablé con el doctor Gómez, en el Hospital de Niños y en el acto me dijo que tenía un problema para respirar. A mi hijo lo operaron en la provincia de Catamarca y hoy puede escuchar perfectamente. Supe que muchas operaciones de este tipo tuvieron que ser realizadas de nuevo, porque hasta el día de hoy, él está perfecto. Salió de la operación y salió hablando, la fonoaudióloga de Catamarca, una excelente profesional, Cintia, lo sacó a mi hijo hablando, que en estos momentos habla español e inglés, o sea es bilingüe.
- Es decir, que tu paso por la provincia fue fundamental…
- Sí. De haber llegado a Catamarca a estar hoy en EE. UU., es increíble y creo que en gran parte se debe a la atención médica que recibió en la provincia. Quiero destacar que todo el tiempo yo escuché allí que la gente se quería ir de Catamarca para hacerse atender en otros centros de Salud, ya sea de Córdoba o Buenos Aires...pero en mi caso, salí de Buenos Aires y logré hacer todo lo necesario para llegar a EE.UU. Además, nos llevamos muy buenos recuerdos. Otra cosa que no esperaba era encontrarme con tan buenos profesionales, en todos los ámbitos. Hay que valorar mucho el tema de estar en una provincia porque hay más solidaridad, calidez y tiempo, lo que no pasa en las ciudades grandes, donde nadie se conoce, cada uno piensa en la suya. Yo cuando llegué a Catamarca estaba medicado, porque sufría ataques de pánico, que desde que llegué, no tomé una pastilla más para nada.
-¿A qué atribuís tu éxito, entonces?
- Mirá, hay algo que tengo que decir, y es que mientras todos iban a dormir la siesta, yo seguía trabajando; eso marcó la diferencia. Yo hablaba con gente y me decía tengo tal y tal problema laboral y yo le preguntaba: “¿A qué hora terminas de trabajar? Al mediodía, me contestaban. ¿Y en ese tiempo que hacés? Duermo la siesta”, me decían. Bueno, ahí está el problema, contestaba, porque yo ese tiempo lo usaba para seguir adelante con mis proyectos. Soy consciente de que a veces, esto es nadar contra la corriente y que el tema del calor, a veces no te deja otra opción que dormir la siesta, pero no dormir, no es la muerte de nadie. Repito: Fe, paciencia y constancia y nunca abandonar eso. Yo soy muy creyente, sé que en Catamarca creen en la Virgen o le creen a la Virgen, porque yo sé que mucha gente cree en Dios, pero no le cree a Dios. Allí está la diferencia.
Entrevista: Natalia Lucanera