La vida le impuso desafíos impostergables: madre, médica y empresaria. Atrás quedó su especialidad profesional: neurología infantil, para dar paso a la mujer que con coraje, sapiencia y decisión tomó el timón para conducir el Sanatorio Pasteur, centro asistencial que en el 2019 cumplirá 60 años.

Los memoriosos recordarán que fue fundado por José Guido Jalil un 21 de setiembre de 1959, en coincidencia con el Día de la Sanidad. Representa a una familia de hacedores y recuerda con nostalgia y orgullo a sus abuelos inmigrantes en una sola palabra: emprendedores. El Cara a cara de este domingo propone conocer el pensamiento de Silvia Beatriz Jalil.

  -¿Estamos en presencia de la mujer empresaria que le ganó la pulseada a la profesional médica?

  -No es fácil responder a esa inquietud. Diría que está todo contenido en el gerenciamiento de salud como una actividad en el marco de la medicina. Creo estar formada para lo que hago: tengo una carrera cursada en maestría en salud, además de la experiencia, que indudablemente lo da el ejercicio en la actividad. Decididamente mi mayor acción se volcó a la administración de salud y no al terreno de la medicina asistencial. Cuando decidí dedicarme a la administración procuré dejar el lugar que ocupaba como médica ayudando a formar gente. La neurología infantil es una especialidad muy dura y que uno lo pudo hacer en una etapa de la vida.

  -También en su calidad de mujer: ¿le resulta difícil o más complicado trabajar en el ámbito empresarial?

  -En el ámbito en el que me desempeño es muy escasa la presencia de la mujer; le digo más: en las reuniones a las que asisto en Buenos Aires soy la única mujer. No tengo ningún problema de género en mi actividad.

  -¿Cuál sería entonces su carta de presentación actual?

  -Primero madre, por sobre todas las cosas. El mandato familiar, en ese sentido, es muy fuerte. Mi madre es una mujer que nos ha transferido con mucha firmeza lo que implica el deber y las  responsabilidades de ser mamá y todo lo relacionado a la familia. Después, en lo que se refiere al mandato profesional, viene del lado de mi padre. En la actualidad, soy presidenta del Sanatorio Pasteur.

  -Lo dice con indisimulado orgullo.

  -Es un sanatorio  con más de 200 camas que tiene muchísima polivalencia, es decir que contamos con una serie de procedimientos que no es habitual que los haya en un centro de éstas características. La complejidad que tiene el Pasteur es enorme, a tal punto que le diría que es posible que sea el centro asistencial más grande y más complejo del NOA. En comparación con otras provincias del Noroeste, estamos en punta. Sentimos la satisfacción de poder decir que fuimos pioneros en muchos aspectos.

  -Tiene dos hermanos enteramente dedicados a la política: Raúl es intendente de la Capital, y Fernando presidente de la Cámara de Diputados. Usted parece estar alejada del ámbito político.

  -Trabajé en política cuando era joven con un grupo de mujeres que lideraba (Edith Pretti) Beba de Luque, una mujer que admiro mucho. Tengo el mejor recuerdo de esa época: de la señora de Toloza y señora de Olmedo, entre otras, con quienes hacíamos política social en los barrios. También durante 15 años, hasta el año pasado, trabajé en la Agencia de Desarrollo Económico (Adec), siempre acompañando todo lo que sea política social.

  -¿Fue tentada alguna vez con algún cargo político?

  -Alguna vez me ofrecieron una de las dos candidaturas a la senaduría nacional, pero no se dio.
 

-¿Le cerró las puertas entonces a la política?

  -A esta edad, un poco más relajada y madura, piensa que lo que no fue, no será. No tengo una ambición personal en lo político, pero creo tener una experiencia laboral y social que puedo aportar en  un puesto ejecutivo o legislativo. (Hace un gesto de “ahora que recuerdo…”) Una vez me ofrecieron una asesoría, pero no me gustó. Le voy a decir lo que pienso: siempre asocié esa categoría a la de “ñoquis”. Y jamás se me cruzó por la cabeza ser “ñoquis”.

  -¿Le preocupa la situación de la OSEP (Obra Social de los empleados Públicos), siempre en el ojo del conflicto?

  -Sí, me preocupa. Mi posición es sacar, en primer lugar, a la institución de todo foco de conflicto. Hay que buscar soluciones de todas las maneras posibles, siempre con el diálogo en el medio. Un afiliado cuando está en calidad de paciente, está en una situación de vulnerabilidad, de enfermedad. Nosotros no vendemos sándwiches, nosotros prestamos un servicio cuyo eje es la recuperación de la salud, fundamentalmente. Este sanatorio no cobra aranceles diferenciados a la OSEP y abogamos en todo momento a superar las crisis que se presentan para que los afiliados a la obra social tengan garantizados todos los servicios que merecen tener.

  -¿Está de acuerdo con el plus médico?

  -Es un tema complicado. Pero no le voy a esquivar a la pregunta: considero que ante una situación de urgencia un médico no puede cobrar el plus. Usted no puede venir con un cuadro de apendicitis y que le digan “son tantos pesos”; hay una situación de urgencia. Hay quienes lo pueden pagar (al plus) y lo pagan. Pero si alguien no lo puede pagar, y… no lo puede pagar, al paciente hay que atenderlo igual. Es todo un tema. A todo esto, entiendo que el paciente debería estar informado: mire, su consulta vale tanto más un adicional por determinadas razones; pero no puede ir a la consulta sin saber que además le van pedir 300 o 400 pesos más. ¿Qué quiero decir? Se hace imprescindible establecer reglas de juego claras y de ahí cada uno decidirá: irá a la actividad privada o irá al hospital público. Al problema hay que darle una solución definitiva. Hay que establecer un valor que sea racional, lógico en el precio de la consulta en relación al equilibrio que tiene que haber de los recursos disponibles entre la obra social y lo que debe cobrar, correctamente, un profesional.

  -Su opinión sobre la crisis económica actual en el país.

  -Preocupante. Ya he pasado otras crisis y entonces vivo el día a día. Me preocupa llegar a fin de mes y poder pagar los sueldos, algo que, desde el punto de vista empresarial, es lo  prioritario. Lo que no puedo hacer es dejar de proyectar. El desafío es no frenar todo lo que pueda generar trabajo y preservar el trabajo interinstitucional. Generalmente, las grandes empresas no padecen las consecuencias que sí padecen las pequeñas empresas, y eso me da mucha tristeza. Se calcula que entre 5 y 8 mil pymes han desparecido en el país. Digamos que en lo que hace a nuestra empresa, es como que estamos preparados para hacer frente a la crisis. Porque invertimos mucho. En los últimos dos años hicimos un recambio tecnológico en dólares, solamente en el Pasteur, que alcanzó a 5 millones, algo que hoy es inviable desde todo punto de vista. Y aquí quiero detenerme un poco: todo ello fue posible a créditos bancarios que pudimos acceder, especialmente en los bancos Santiago del Estero y Credicoop, lo que nos permitió hacer un recambio tecnológico muy importante que nos pone en lo más alto a nivel país.

-Su opinión sobre Catamarca y sobre la gestión de la gobernadora Lucía Corpacci.
 
-Lo bueno es que se ha hecho una interesante política social en infraestructura, algo que estaba pendiente. Por ejemplo, me gusta mucho el complejo habitacional Valle Chico. Hay una provincia que se ve mejor, aun cuando creo que todavía no hemos logrado un impulso de desarrollo pleno. Me duele mucho el interior porque uno observa que los grandes proyectos no se pudieron sostener en el tiempo: sean olivícolas, vitivinícolas o mineros. Yacimiento Alumbrera está en su etapa final y no nos cambió la vida a los catamarqueños; su riqueza no se transfirió a un modelo de desarrollo. Los recursos mineros, que no fueron pocos, se tendrían que haber volcado a otras actividades productivas. Valoro la gestión de la gobernadora (Lucía) Corpacci, una mujer con una capacidad de trabajo increíble. Resulta imprescindible mirar más al interior y también que el ser humano tenga trabajo, por todo lo que significa esta cuestión para el ser humano. Se han perdido generaciones que no conocieron el trabajo en la Argentina. Estoy convencida que hay que promover y subsidiar al micro emprendedor, para que haya actividad laboral”.

Aborto: decidido rechazo

Un tema de candente actualidad y no menos polémico: el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que ha movilizado en debate al conjunto de la sociedad argentina. Silvia Jalil expresó: “Es mi opinión personal y desde el punto de vista del rol de la dirección hospitalaria. En lo que respecta a lo personal, hice un examen de conciencia y mi posición es decididamente negativa. Es no, categóricamente. Por la forma que actué en mi vida, por mi historia personal, insisto: es no. Además, soy cristiana y católica y de alguna manera prácticamente, porque si bien no voy a misa leo el Evangelio permanentemente. Pero al margen de mi condición religiosa, mi posición está sustentada en mi esencia humana. Traté de analizarlo al tema del aborto y sus distintos planteos y me quedó la sensación de que es como actuar de una manera reactiva ante el problema, como actuar tarde. Y entiendo que la cuestión es actuar temprano. Prevengamos el embarazo juvenil, el embarazo no deseado. Existe un marco normativo: actuemos entonces previniendo. Me puse a leer qu dice la Organización Mundial de la Salud y los organismos que tienen gente técnica y especializada en la materia. La OMS dice que hay que tener gradualismo en esto, que hay que tener penas más duras con los violadores, que hay que trabajar mucho en la educación sexual. Los países que tienen ese marco normativo no han reducido sus tasas de aborto, no hay relación alguna. No va a bajar el aborto con una ley. Nos pongamos, con un sello en la frente, la palabra educación, educación, educación. ¿Usted cree que la persona que hace un aborto ilegal va a hacerlo legal con el marco normativo? Nada le da seguridad por más ley que le impongan. En este sanatorio somos todos objetores: los directivos y los médicos”. 

Un apellido generador de trabajo

El diálogo cayó en un punto inevitable: el de portar un apellido fuertemente insertado en el contexto de la sociedad catamarqueña y representar a una familia indiscutiblemente generadora de empleo en Catamarca a través de sus numerosas empresas. Así opinó: “Respecto a la fuente laboral, seguramente trabajan  más de mil personas, en forma directa y cerca de dos mil de manera indirecta. Aquí, en el sanatorio, hay unas 600 personas que dependen directa e indirectamente en lo relacionado al empleo. En cuanto al legado familiar, debo señalar que no me pesa. Será porque soy la hija mayor y a los hijos mayores nos educan con el cumplimiento del deber sobre esto, del deber sobre aquello, siempre el deber. Nosotros nos criamos con una madre con muchísima atención familiar y un padre muy comprometido profesional y socialmente: con la medicina, el deporte desde lo dirigencial o la acción social”.  Volviendo al legado heredado desde la figura de su padre, nuestra entrevistada dijo: “El desafío es sostener y darle continuidad a su creación. Creo que es una empresa que ya está posicionada. Hoy, el traspaso generacional considero que está garantizado: porque existe una estructura societaria que permite y garantiza una permanencia y una subsistencia. Uno siempre piensa en el recambio, algo lógico por otra parte. En ese sentido mi padre era más ejecutivo, más acelerado: mi hermano Raúl, por ejemplo, se hizo de la empresa a los 15 años. Lo emancipó, porque era menor de edad. Insisto: hoy creo que el sanatorio está instalado y consolidado, que la gente lo tiene como un referente en el interior del país. Yo me crié en la cultura del trabajo porque mis dos abuelas eran muy trabajadoras, al igual que mis padres. Mi familia trabajó mucho siempre. Mi padre no tenía horarios para el trabajo; casi de manera exagerada”.

En pocas palabras

  -Nombres y apellidos: Silvia Beatriz Jalil de Salgado.
  -Esposo: Ing.  Aldo Hugo Salgado.
  -Padres: Evelina Fiani y José Guido Jalil.
  -Hijos: Ana Silvia, Aldo Nicolás, Francisco Javier y María Lourdes.
  -Nietos: Juan Martín y Agustina.
  -Estudios primarios y secundarios: Escuela Normal Clara J. Armstrong.
  -Estudios universitarios: Universidad Nacional de Córdoba.
  -Barrio de la infancia: Fariñango, más precisamente 25 de Mayo esquina Esquiú (“tuve una infancia absolutamente feliz”).
  -Club de barrio: Deportivo Juventud.
  -Sueño frustrado: Me hubiera gustado ser cantante. Admiré siempre a Mercedes Sosa y me gusta el folclore. Tenía una voz angelical, con un color único e irrepetible. Hace tres años que participo de un coro de amigos.
  -Logros: Crear un Comité de Bioética en el Hospital de Niños y un sistema de calidad en el Sanatorio Pasteur (“un grano de arena importante”, dice). 
  -Amigas de la infancia: Las recuerdo a todas. Tenemos un grupo de WhatsApp y somos casi setenta. Nos reunimos seguido.
  -Partido político: “Soy independiente. Tengo simpatía con el Justicialismo. No soy afiliada a ningún partido político”.
  -Líder político: (Humberto) Illia. “Como nació, murió: humilde. A nivel mundial: Mahatma Gandhi y Nelson Mandela. En la actualidad, admiro el coraje de Lilita Carrió. (María Eugenia) Vidal me parecía una mujer interesante, pero la provincia de Buenos Aires no está bien”.
  -Un fin de semana: Juntarnos a comer en familia y una buena caminata. En el invierno: ir al Poncho. En el verano: ir a El Rodeo.