Las peores secuelas del cine

Las segundas partes no siempre son buenas.
viernes, 24 de septiembre de 2010 00:00
viernes, 24 de septiembre de 2010 00:00

Mientras se sigan haciendo remakes y secuelas, se va a discutir su necesidad. Lo cierto es que, ya sea por una cuestión de marketing o por genuinas ganas de generar algo nuevo (siempre depende de dónde viene el producto), la discusión se va a producir. El estreno de Wall Street 2, el dinero nunca duerme puso en el ojo de la tormenta el objetivo de las secuelas (innecesarias). Por eso, aprovechamos para mencionar solo cinco segundas partes que, entre muchas cosas, nos hicieron decir: "¿Para qué?".

CARRIE 2, LA IRA
De dónde viene: de Carrie, el film de 1976 de Brian De Palma
Hacia dónde fue: hacia la historia de Rachel, una joven con poderes telekinéticos que, tras el suicidio de su mejor amiga (¡Mena Suvari cayendo de frente hacia un auto!) y otros acontecimientos relacionados con la high-school, se va encolerizando hasta acabar encerrando a los estudiantes en una casa para desquitarse con todas las de la ley. Admito que la escena final está muy bien como momento gore, pero el resto del film nos hace añorar a De Palma. Dato: lo único que toma la secuela de la original es el papel de Amy Irving, pero ni siquiera a su personaje pudieron llevarlo a buen puerto.

LEGALMENTE RUBIA 2
De dónde viene: de Legalmente rubia, el film de 2001 de Robert Luketic
Hacia dónde fue: hacia el viaje de Elle a Washington y su pelea por la aprobación de una ley vinculada al experimento con animales, luego de haber encontrado a la mamá de su chihuahua Bruiser como víctima de uno. Esta secuela es particularmente desastrosa porque ya no está Robert Luketic para saber hasta dónde llevar el humor inocente sin caer en el sinsentido. Como esas series estudiantinas en las que, cuando sus personajes maduraban, ya no era lo mismo, en Legalmente rubia ver a Elle trabajar no tiene el encanto de haberla visto pelear por graduarse, con esa ingenuidad que la caracteriza.

MÁXIMA VELOCIDAD 2
De dónde viene: de Máxima velocidad, el film de 1997 de Jan de Bont
Hacia dónde fue: hacia un crucero...sí, porque nada dice "máxima velocidad" como un crucero. Todo lo bueno que había hecho De Bont en la primera parte (una de las mejores películas de los 90, sin dudas) lo borró de un plumazo en esta secuela donde Annie (Sandra Bullock) ya no sale con Jack (Keanu Revees) sino con Alex y donde la adrenalina es inexistente. Solo un desatado Willem Dafoe nos hizo mantener la atención. El resto, olvidable.

DIRTY DANCING 2: HAVANNA NIGHTS
De dónde viene: de Dirty Dancing, el film de 1987 de Emile Ardolino.
Hacia dónde fue: hacia el reemplazo del recordado Patrick Swayze por... Diego Luna. No confundamos, Luna es un muy buen actor, solo que no para el personaje de un bailarín con destreza y sensualidad. Para empeorar las cosas, la química con Romola Garai (de Expiación, deseo y pecado) es inexistente, lo cual anuela cualquier atisbo de interés que nos pueda generar el argumento. Y la aparición del propio Swayze nos da más ganas de buscar el VHS de la Dirty Dancing original.

TONTO Y RETONTO 2: CUANDO HARRY CONOCIÓ A LLOYD
De dónde viene: de Tonto y retonto, el film de 1994 de los hermanos Farrelly.
Hacia dónde fue: hacia ningún lado. Afortunadamente, son pocos los que recuerdan este fiasco. No se qué me molesta más: que se haya hecho una secuela de la gran comedia de los Farrelly o que jueguen con el título de Cuando Harry conoció a Sally. Lo triste del film es que no genera ni siquiera indignación suficiente como para destrozarlo. Pensémoslo como un mal sueño y problema solucionado.

¿Cuál es la peor secuela del cine para usted?

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