Kinski, un ícono del cine

Natasha cumple 50 años

sábado, 22 de enero de 2011 00:00
sábado, 22 de enero de 2011 00:00

La actriz alemana Natasha Kinski, famosa por su consagratorio papel en el filme “Paris, Texas” e hija del renombrado actor Klaus Kinski, cumple hoy 50 años.
Hija del controvertido actor alemán Klaus Kinski y de su primera esposa, la actriz Ruth Brigitte Tocki, Nasta-sha creció y se desarrolló en un ambiente hostil, en medio de una pobreza itinerante mientras duró el matrimonio, hasta que en 1967 sus padres se separaron. Tras la ruptura matrimonial de sus progenitores, Nastasha apenas volvería a tener contacto con su padre, que las dejó a ella y a su madre en una penosa situación económica (llegarían incluso a malvivir en una comuna en Münich).
Tras algunos trabajos como modelo publicitaria y sin tener ninguna preparación como actriz, ya a los 15 años aparece en “Falso movimiento” (Falsche Bewegung), adaptación libre de un texto clásico de Goethe, dirigida por el cineasta alemán Wim Wenders con guión de Peter Handke. El propio Wenders y la actriz Lisa Kreuzer la habían descubierto bailando en una discoteca. Como Wenders, a la sazón, se encontraba por aquel entonces realizando el casting para la mencionada película, Kreuzer entabló conversación con la joven para pedir hablar con sus padres; fue entonces cuando supieron que aquella quinceañera que se hacía llamar Stassi era hija del actor Klaus Kinski. No había estado jamás frente a una cámara, pero “desde las primeras tomas”, cuenta Wenders, “quedó claro que sería actriz”.
La joven actriz creó cierto revuelo mediático a raíz de sus desnudos en la pantalla siendo aún menor de edad. Esto está ligado a la controversia en cuanto al año de su nacimiento: al parecer, ella misma informó a las autoridades estadounidenses que su fecha de nacimiento era 1959, aunque en Alemania figuraba supuestamente registrada como nacida dos años después, en 1961. En una entrevista concedida a la revista W en mayo de 1997, la actriz afirmaba haberse sentido explotada por la industria en sus comienzos. “Si yo hubiera tenido a alguien que me hubiese protegido, o si me hubiera sentido más segura de mí misma, no habría aceptado ciertas cosas. Ciertos desnudos. Y eso me produce una profunda desazón”.
Pero su gran oportunidad se la dio Roman Polanski en la deliciosa cinta de producción francesa Tess (1979), adaptación fiel del clásico victoriano Tess, la de los d’Urberville (1891). Kinski resultó una extraordinaria elección para dar vida en la gran pantalla a la melancólica, bella y atormentada heroína de Thomas Hardy. Su interpretación fue premiada con el Globo de Oro a la mejor actriz revelación y con una candidatura al premio César a mejor actriz de la Academia francesa de cine.
Luego pasó por varias películas donde sólo se explotaba su impactante atractivo físico.
Tuvo que ser su decubridor, Wim Wenders, quien la sacara de esa sucesión de papeles mediocres con su extraordinaria “París, Texas” (1984), premiada en Cannes. Fue su consagración definitiva como actriz, si bien la película tuvo escasa difusión en los Estados Unidos.
A partir de entonces, Kinski trabajó a partes iguales en producciones europeas (La Luna sobre el arroyo, 1983; Harem, 1985; o El año de las lluvias torrenciales, 1989) y estadounidenses (Un cebo llamado Elisabeth, 1983; Los amantes de María, 1984; o Revolución, 1985).
Desde entonces alternó producciones buenas y malas, pero ya nunca se la discutió como actriz.

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