A telón abierto

sábado, 30 de marzo de 2019 00:05
sábado, 30 de marzo de 2019 00:05

El pasado viernes, en esta misma columna, decíamos: “Las mujeres artistas de Catamarca se hacen escuchar. Y de la mejor manera: cantando. Así lo viene demostrando la propuesta ´ Festival Margaritas´ que se viene cumpliendo todos los sábados en el Teatro del sur” (sic). Ahora, trascendió el borrador de una nota que sería enviada  (al menos esa era  la intención nacida en el colectivo femenino tras una reunión)- a la secretaria de Estado de Cultura de la Provincia, Lic. Jimena Moreno, en los siguientes términos: “Hoy, las Margaritas ponemos mucha energía y tiempo en promocionar la música, el arte, la cultura y todo lo hacemos en un sentido amplio de apertura sin exclusiones, sin barreras. Margaritas, movimiento de mujeres músicas de Catamarca,  tiene esta concepción, donde nos sentimos parte importante cada una de nosotras, donde todas tenemos la capacidad de su aporte valioso desde su propio lugar y visión. Por eso, las abajo firmantes, repudiamos enérgicamente todo tipo de estrategia que implique discriminación o descalificación como lo es el 1er. Pre-Poncho Femenino 2019 que organiza y convoca la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia, porque se trata de un sistema reprensible de descarte, sexista, discriminatorio bajo cualquier criterio o bases de condición para participar, donde los que no sirven ´no cantan´. Este tipo de métodos están agotados, vetustos, en el ámbito del arte y la cultura. Y desde ya inaceptables”, dicen la mujeres. También, como ya lo informáramos en este espacio, gente del colectivo femenino Margaritas presentaron un proyecto en la Legislatura provincial, para que quede establecido un cupo femenino en los festivales de Catamarca, en la coincidencia de que “algo teníamos que hacer para visibilizar el tema”. En pocas palabras: las mujeres artistas de la provincia quieren tener más presencia en los festivales provinciales y, como no podía ser de otra manera, el Poncho es el festival elegido para hacer realidad esa aspiración.


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  A propósito del tema en cuestión, en el suplemento de espectáculos del diario Clarín del pasado domingo, aparece una entrevista realizada por el periodista Hernán Firpo a Celsa Mel Gowland, cantante de rock e impulsora del cupo femenino en los festivales. Ante una consulta, dijo: “El 23 de enero de 2018, desde el Instituto Nacional de la Música (INAMU), del cual era su vicepresidenta, convocamos a un debate a cuatro música para conversar sobre la histórica desigualdad y discriminación que sufrimos las mujeres en los escenarios de festivales. Isabel de Sebastián, justamente una de las convocadas, nos acercó un estudio de una revista chilena que había analizados los principales festivales de rock y pop de Latinoamérica. De allí surgía que Argentina estaba a la cabeza de la desigualdad: era el país que tenía menos mujeres  sobre sus escenarios. Y ahí surgió la idea de hacer una ley de cupo. Convoqué a Alcira Garido, una gestora cultural, y juntas analizamos las grillas de los 46 principales festivales del país. Cuando vi que de 1.605 agrupaciones musicales que se habían subido al escenario durante un año, sólo 160 (menos del 10 %) tenían algunas mujeres en su conformación, decidí a ponerme al hombro este proyecto de ley de cupo que actualmente cuenta con el aval de 18 firmas de senadores y senadoras de siete bloques diferentes. Recuerdo que ya Celeste Carballo, en los ´80, advertía sobre la discriminación que sufríamos y que los lugares que teníamos reservados dentro del rock era el de coros. Y coincido con Patricia Sosa (dicen que largó el rock porque no soportaba el ambiente machista): el rock es el ámbito más machista, tiene menos del 5 % de presencia femenina en festivales”.


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  No están lejos los festivales folclóricos de lo que pasa en el rock con la participación femenina. Lo propio ocurre en otros espacios. En el mismo diario Clarín del pasado domingo, hay un informe especial sobre “un cambio cultural que se demora en busca de la igualdad” y el título principal señala: “A pesar del avance de género, menos mujeres llegan a altos mandos”, agregando que “un estudio reveló que en el país sólo uno de cada cinco cargos ejecutivos es ocupado por una mujer. Y la estadística retrocede: mientras que el año pasado eran el 23 % del total, en 2019 son el 20 %”. En lo que se refiere a Catamarca, y abriendo el paraguas de lo que puede pasar en el Poncho que viene, se nos ocurre pensar que la mejor manera de zanjar las diferencias –si las hubiere- entre el grupo Margaritas y el área de Cultura provincial es la convocatoria al dialogo y abrir el debate. Hablando se entiende la gente. El Poncho ya tiene pantalones lo suficientemente largos como para que sea sometido a curiosos y fallidos experimentos como esa cosa rara de la “plataforma digital” para seleccionar artistas (perdón por mi ignorancia), tal cual ocurrió en la edición 2018. Edición que tuvo, cabe reiterarlo y destacarlo, una noche apertura brillante arriba del escenario y que inexplicablemente el público masivo local se privó de ver un espectáculo de alta jerarquía: “Mil distintos tonos de verde”, bajo la batuta del maestro Lito Vitale. Ese magnífico show fue animado por  las figuras catamarqueñas Nadia Larcher, Silvia Pacheco, Itatí Álvarez, más las artistas invitadas Hilda Lizarazu, Julia Zenko Y Marcela Morelo. Mujeres brillantes. Desde esta columna, todavía, seguimos aplaudiendo. Y de pie. En la próxima entrega, nos seguimos metiendo en la trama del Poncho. Hasta el viernes.
 

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Comentarios

30/3/2019 | 01:45
#149006
Hubo buenas y MUY buenas interpretes del rock, desde Tina Turner hasta Mireille Mathieu, pasando por Joan Baez o Janis Jopln, sin contar a Barbra Streisand o Ana Belén y todas las gallegas que iluminaron el escenario mundial, por nombrar algunas, TODAS SE GANARON UN LUGAR, pero que me quieran enchufar unos bagrazos por un supuesto cupo me parece una pavada.

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