El cierre artístico de la noche inaugural de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2019 estuvo a cargo de Palito Ortega con una imponente actuación y el Dúo Orellana Lucca. 

El histórico festival de los catamarqueños, organizado desde la secretaría de Estado de Cultura, contó con el acompañamiento de la gente y del buen clima, en una noche agradable para disfrutar en familia de la música que identifica a esta tierra. 

El espectáculo comenzó con la teatral propuesta del ballet “Huellas norteñas”, mientras que el primer show de música en vivo de la noche llegó de la mano de Belén Parma, la artista catamarqueña que, acompañada de la cantante y bajista Vane Martínez y la percusión de Javier Martínez, llevó al escenario mayor una propuesta de temas propios y de otras compositoras nuevas; como la riojana Ana Robles y la chilena Magdalena Matthey.

Llegarían las actuaciones de Carlos Arréguez, Los del Milagro, Daniela Figueroa, Lucía Bulacios, “Cocó” Acosta, Fernando Rodríguez. Luego, ante un gran marco de público llegó el turno para Federico de la Vega, El Vendaval, Delegación Ambato y con una energía casi rockera y entre alegres zambas carperas enganchadas, Los Viajeros despertaron la ovación del público. 
También actuaron Vitín Martoccia, el “Bomba” Contreras y René Arréguez. 

Posteriormente, ante un espectacular marco de gente llegaría el primer número de cierre para la primera noche de Poncho, el show del histórico Palito Ortega con un flashback de imágenes de su carrera en pantalla y los acordes de “Un muchacho como yo” que fue la introducción de su presentación. 

El broche de oro para esta noche inaugural de Poncho estuvo a cargo del poderoso Dúo Orellana Lucca. La formación nacida en la ciudad de Córdoba pero con raíces santiagueñas se encuentra celebrando 20 años con la música y brindó un show a la altura de las circunstancias.

Visita a la Virgen

Palito Ortega en su paso por nuestra provincia visitó a la Virgen del Valle, en la Catedral Basílica. 

Ortega se mostró muy conmovido y manifestó que él se crió en su casa en Tucumán con la imagen de la Virgen del Valle. 
Además, recordó a sus padres y hermanos.