Se anunció que la saga completa de Rocky estará disponible en Netflix, para todos los abonados de Latinoamérica.

Las cinco películas de Rocky, más Rocky Balboa y las dos pertenecientes Creed, se subirán a la cartelera de Netflix entre hoy y mañana, para los usuarios de América Latina.

Rocky y Stallone

Dichas piezas filmográficas lanzaron a la fama a Sylvester Stallone, además de sacarlo de entre la más asquerosa miseria.

Ante su cruda realidad, el neoyorkino se vio obligado a vender a su perro, llamado Buktus, para poder saciar su hambre y subsistir.

Cuenta la leyenda, que Stallone estaba al borde del abismo (sino en el abismo total), cuando vio una pelea que despertó su costado guionista.

El 24 de marzo de 1975, Muhammad Ali se enfrentó a Chuck Wepner, un boxeador sin títulos, nombre, ni importancia suficiente como para medir fuerzas con The Gratest.

Ali superó con amplitud a su rival, pero con una pequeña piedra en el zapato, porque Wepner lo derribó en el noveno round del pleito disputado en el Cleveland Coliseum de Ritchfield.

Con las apuestas 30-1 a favor del nacido en Louisville, el resultado no fue tan importante como la caída, al menos para los fanáticos.

Ese pasaje inspiró a Stallone, quien comenzó a escribir desde el final del espectáculo y terminó el guion en menos de 24 horas. No durmió, ni quiso dedicarle tiempo a otros quehaceres que no sean ese trabajo.

El actor, joven para ese entonces, sintió que ahí estaba la llave que le abriría las puertas de la gloria, para sacarlo del barro.

Con este panorama, ¿Quién iba a creer que Rocky llegaría a Netflix?

Dinero o gloria

Después de tocar varias puertas sin éxito, Sylvester Stallone dio con Irwin Winkler y Robert Chartoff, que admiraron el potencial de la historia.

Al estadounidense le ofrecieron 125.000 dólares para utilizar su creación, pero quiso más y reclamó el protagónico. Stallone ansiaba ser Rocky. Si bien los productores subieron la cifra a 350.000 dólares para hacerse con los derechos, el intérprete siguió con la idea fija de ser el protagonista.

La decisión a tomar se presentó sobre la mesa de Stallone: Aceptar la enorme suma de dinero, que le permitiría mejorar su estilo de vida, o ser la cara de su creatura con una bolsa cercana a los 35.000 dólares. Eligió bien. Se arriesgó, y ganó.

Con esa plata, el director corrió desesperado a recuperar a Butkus, el único ser vivo que siempre le dio su confianza, y logró recuperarlo por el costo de 15.000 dólares. Tanto significó su mascota, que hasta apareció en cámara para el film.

La primera pieza de la dinastía, recibió múltiples premios y reconocimientos, además del clamor popular. Entre ellos, los premios Oscar a la mejor película, al mejor director y al mejor montaje. Este último, el más sorpresivo por el escaso presupuesto de un millón de dólares.

Rocky no fue un personaje común y corriente. Tuvo problemas económicos, familiares, no le sobraba talento, estaba cansado, fue maltratado y bastardeado, pero triunfó. Se paró de frente al mundo, y gritó que estaba vivo. Rocky, el primer héroe de carne y hueso, ahora estará en Netflix.