Donald Trump consideró que la pandemia por el coronavirus fue el "peor" ataque contra Estados Unidos, superando incluso el ataque contra Pearl Harbor y los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

"Este es el peor ataque. Esto es peor que Pearl Harbor, peor que el World Trade Center. Y no debería haber ocurrido nunca", declaró en la Casa Blanca junto al personal médico, haciendo referencia al ataque japonés de diciembre de 1941 que supuso la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y a los atentados de septiembre de 2001, cometidos por Al Qaeda y en los que murieron más de 3000 personas.

Después de hacer esa comparación con los ataques externos que más sufrió el país norteamericano, aclaró que el cierre de la economía y la vida diaria ya "no es sostenible". "No creo que la gente lo soporte. No creo que el país lo soporte. No es sostenible", justificó el mandatario.

Sobre la educación, dijo que le gustaría "que las escuelas reabran lo antes posible", pese a que la pandemia sigue avanzando a paso sostenido en el país, que desde hace semanas se convirtió en epicentro mundial de la Covid-19 con más 1,2 millones de casos y casi 73.000 muertes, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Desde que comenzó la crisis sanitaria, Trump dio declaraciones polémicas obligando a los médicos de la Casa Blanca a desmentirlo al poco tiempo para aclarar sus dichos. El presidente estadounidense se mostró ansioso por relanzar la economía del país que se desplomó por la pandemia.

Por eso, a pesar de las recomendaciones de los médicos, Trump instó a los gobernadores a retirar las medidas anticrisis y reactivar cuanto antes sus estados. Con más de 38.000 casos confirmados y más de 1.500 muertos en Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis inició una flexibilización del confinamiento con la reapertura de restaurantes y negocios a la calle, con la excepción de tres condados: Miami-Dade, Broward y Palm Beach.

En cambio, el gobernador demócrata de Nueva Jersey, Phil Murphy, anunció que extenderá por un mes la declaración de emergencia sanitaria por los crecientes números de infectados y muertos, 131.890 y 8.549, respectivamente. "Esto asegura que continuaremos en nuestra guerra durante el próximo mes", explicó y subrayó que, pese a que las cifras muestran que el estado va por el buen camino, no se puede pensar que ya pasó todo.