Sin saberlo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, daba hace 20 años en Córdoba, su último show y se convertía definitivamente en un ícono de la historia del Rock Nacional.

#EspecialRedondo ?? "A 20 AÑOS DEL ÚLTIMO SHOW REDONDO"

Se cumplen 20 años del último show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, una presentacion que tuvo todos sus condimentos, desde Pablo Echarri y Soledad hasta un final sin el clàsico Jijiji. pic.twitter.com/AGPKioR7Vk

— ?????????????? ???????? ???? (@cosquinrockfm) August 4, 2021

Si bien la confirmación oficial de la separación de la banda llegaría unos meses después (estaba programado un concierto en el club Unión de Santa Fe para el 8 de diciembre, que se suspendió luego del desencuentro definitivo entre el Indio, Skay y la Negra Poli), el final del grupo se ubica en aquella noche del 4 de agosto de 2001, en el estadio mundialista cordobés Mario Alberto Kempes, conocido por entonces como el Chateau.

Vayan a ver el tremendo documental de Los Redondos...https://t.co/77AvMisbRu

— Tomás Ledesma (@tomlede) August 4, 2021

Hasta ese momento, el grupo liderado por el guitarrista Skay Beilinson, el cantante Carlos "El Indio" Solari y la mánager Carmen "La Negra Poli" Castro, había dejado una huella imborrable con los alocados shows de fines de la dictadura y principio de la democracia, el recorrido por el under porteño de los `80 y la masividad de estadios en los `90.

Aquella noche, unas 45.000 personas que viajaron desde todos los puntos cardinales del país presenciaron el histórico concierto. Los Redondos se despidieron ante una multitud que copó el predio, logrando un récord de convocatoria, por encima de Madonna (44 mil), Soda Stereo (43 mil) y Paul McCartney (42 mil). Nadie imaginó que se había terminado el camino de la banda más popular de la historia de la música nacional. Lo que comenzó como un colectivo multiartístico de vida comunitaria en la ciudad de La Plata, continuó en Buenos Aires y terminó en el fenómeno de masas más grande y convocante del rock argentino. 

En Córdoba, las entradas se vendieron en Disquerías Edén a 22 pesos el Campo y 25 pesos la Platea. Junto con la entrada venía un póster de regalo diseñado por el artista plástico Rocambole, quien ilustró varios de los discos de la banda. 

Los Redondos se encargaron de la producción del show y se asociaron al productor santafesino Arturo Iturraspe. Si bien la organización fue ordenada, hubo un fallecido (Jorge Felippi -31 años-) producto de una caída desde la tribuna al foso. El operativo de seguridad para el concierto contó con 2.500 efectivos policiales, el triple de un clásico entre Talleres-Belgrano. 

En total, tocaron 25 temas en dos horas y con tres intervalos. La puesta en escena estuvo a cargo de Rocambole y el sonido de consola a cargo del ingeniero Eduardo Herrera, quien había participado activamente en Momo Sampler, último disco de la banda. 

Luego de las primeras canciones, el Indio agradeció a un médico ya que no se encontraba en buen estado de salud: “Quisiera agradecer al doctor Guillermo, quien, Decadrón mediante permitió que estuviera aquí”. 

Con el estadio repleto, a minutos de show, afuera quedaron cerca de 200 personas sin entradas. Para intentar prevenir los desmanes que habían ocurrido en River, dejaron pasar a esta barra que entró por la popular con un bombo. Para el concierto, Rocambole hizo una puesta especial en la estética que había elaborado para Momo Sampler. Por las pantallas de ambos costados del escenario se proyectaron dichas imágenes. 

En los días previos al show, la Plaza de la Intendencia, el Parque San Martín y hasta el barrio Chateau tuvieron campamentos con púbicos de diferentes lugares.