Sin arreglo, sin instancias intermedias. Ya no hay vuelta atrás para lo que durante una década constituyó el matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi y ahora caminan por todo el tramiterío legal para desembocar en la sentencia de divorcio.

La influencer pateó el tablero hace unas semanas, cuando se encontraba en Argentina por un extenso periodo en el que se instaló en soledad en el país sin la presencia de sus cinco hijos, al comunicar la separación del delantero del Galatasaray de Turquía.

En un primer momento se especuló con una movida de prensa, de las que suele ejecutar la blonda, pero el tiempo transcurrió y todo se confirmó. Wanda mantiene firme su postura y no declina en la determinación de romper la relación amorosa con el futbolista.

Por eso, la mediática se encarga de exhibir con contundencia que en su regreso a Estambul eligió hospedarse en un hotel de lujo y no en el hogar familiar. Así como la rubia dejó en claro el fin de semana que acarreó a sus cinco pequeños y viajó a Londres sin la presencia de Icardi.

En pos de profundizar en la actualidad de lo burocrático, en la mesa de Mirtha Legrand le consultaron a Ana Rosenfeld sobre el estado de los papeles. La diva fue al hueso, directa como siempre, y le preguntó a la abogada, y amiga, de Wanda:  “¿Están separados?”.

La letrada no escatimó en aportar pormenores y describió la instancia en la que se encuentran Nara y Mauro en este preciso instante: “Firmaron lo que se llama la separación. Wanda quería que quede claro, porque hay un poco de resistencia de parte de Mauro Icardi. Él no se quiere separar”.

Para brindar mayores precisiones y configurar el origen de toda esta movida personal y los cambios que optó por ejecutar la empresaria de cosméticos, Ana exclamó: Hoy por hoy es unilateral, la gente puede separarse cuando no hay más amor ni más ganas de seguir juntos”.