La poca paciencia que hoy pregona en la sociedad se traslada en muchas ocasiones hacia los programas de televisión. Sobre todos en los de espectáculo, dónde es muy común tener roces entre compañeros y LAM no fue la excepción.

Con Fernanda Iglesias y Andrea Taboada como protagonistas, un cruce de palabras terminó en una fuerte discusión y Ángel de Brito tuvo que intervenir para que no pase a mayores. En una rivalidad que viene de hace años, ambas se sacaron las ganas de decirse las cosas en la cara.

La noticia sobre que Fernanda se va de LAM para probar suerte en España, estuvo lejos de conmover a Andrea. En un comentario que le hizo la periodista a su compañera, todo se iría de las manos y revivieron un conflicto que no lograron solucionar.

Cuando Iglesias se encontraba trabajando para El Trece en 2016, era compañera de Taboada y le pegó una cachetada en vivo. En una riña que comenzó a subir de temperatura, la amiga de Ángel le recordó aquel suceso y se generó polémica.

"Si me dejas terminar de decir la oración se va a poder entender”, lanzó a modo de primer dardo Andrea. Fernanda, quien no se quedó atrás y no pudo con su genio de mantener la boca cerrada, le replicó con una respuesta picante y que derivó en su furia: “Te enojaste”.

A modo sarcástico y entre risas, a Taboada no le gustó su acción y comenzó a despotricar: "No, no me enojé, pero vos me interrumpís, si querés vení y pegáme, como hiciste la otra vez. ¿Querés venir a pegarme para que me calle como hiciste la otra vez en Canal 13, que me diste una cachetada?”.

Cruzando una línea de códigos que existe entre compañeros de televisión, Iglesias solo llegó a acotar que esta provocación nació a raíz de un profundo enojo y resentimiento para con ella. Viendo que la merma no calmaba, de Brito tuvo que intervenir para poner orden.

Tras recibir un llamado de atención por parte de la producción, la cuál le remarcó la situación violenta que estaban protagonizando, tanto Taboada como Fernanda se calmaron. Entendiendo que excedieron un límite, decidieron no volver a tocar el tema.