María Fernanda Callejón se separó el pasado junio de Ricky Diotto, su marido y el padre de su hija Giovanna. Todo se dio en medio de un escándalo por rumores de infidelidad por parte de él, pero por la menor en común, trataron de hacer todo el proceso de la manera más amigable posible.

Pocos meses después, la actriz volvió a encontrar el amor. Si bien se hablaba del posible romance desde hace un tiempo, recién hace algunas semanas atrás lo blanqueó invitando a su nueva pareja a su programa en Radio Gente.

El hombre que la conquistó es el director técnico y ex jugador de fútbol, Fernando Gamboa. Pero la nueva historia de amor de María Fernanda Callejón es un segundo capítulo en su vida, dado que ya habían tenido algo en el pasado.

“Fuimos novios en los 90, en 1990, y hoy, después de 30 años nos pudimos reencontrar, está buenísimo eso… Estábamos en Sobremonte con un amigo y cuando me di vuelta estaba ella detrás mio, y dije ‘qué maravillosa mujer’. Y ahí nos empezamos a hablar”, contó él en el programa Modo volumen sobre su primer romance.

Ahora, María Fernanda Callejón brindó un móvil con Intrusos (América TV) y contó algunos detalles íntimos de su noviazgo con Fernando Gamboa: "En enero empezamos a hablar por Instagram. Y un día nos encontramos en la casa de una amiga en común. Nos reencontramos después de 30 años”.

Ante su relato, Flor de la V, al frente del programa quiso saber: "¿Es goleador?”. Te diría que es un jugador de toda la cancha”, respondió picante Callejón haciendo referencia al desempeño íntimo del exfutbolista.

La actriz también contó cómo se fue dando su reencuentro: "La verdad es que fue raro porque fue en medio de un divorcio (con Ricky Diotto). Fue un tsunami con una pequeña y uno trata de que sea en los mejores términos, pero a veces no se puede y yo ya venía agotada”.

"El negrito Gamboa me escribió en enero por Instagram un día y me puso: 'Qué lindo verte en familia'. Fue un mensaje de amor, de cariño, y le contesté 'ay negro, cuántos recuerdos, contame todo, si estás casado, divorciado, tus hijos...'. Pasaron 30 años y después nunca más, ni lo registré”, confió sobre aquella primera charla.