Tras filmar en Buenos Aires

De Niro ya se fue de Argentina

martes, 10 de mayo de 2022 00:48
martes, 10 de mayo de 2022 00:48

Todo concluye al fin, y Robert De Niro tuvo su último día de rodaje en Buenos Aires de Nada, la serie que protagoniza Luis Brandoni y que codirigen Mariano Cohn y Gastón Duprat. Fue cuando Manuel, crítico gastronómico (Brandoni) y su amigo estadounidense y escritor Vincent (De Niro) se despidieron de la ficción.

El rodaje empezó en pleno microcentro porteño, en la zona de Diagonal Norte y Plaza de Mayo mirando hacia el Obelisco. Habían planificado un corte de 5 cuadras desde la Plaza hasta la Avenida 9 de Julio: directamente no se podía circular por Diagonal Norte.

La elección del día, sábado, fue precisamente por eso, por la menor circulación de gente y tránsito, pero para suplir esas ausencias se contrataron 200 autos de acción falsos para disimular el tránsito atiborrado de la zona en un día de semana laboral. También se contrataron líneas de colectivos y taxis.
Se llamaron a 400 extras para que pasaran por ejecutivos caminando en traje, o simplemente transeúntes y gente que circulaba manejando bicicletas.

¿Y en qué consistía la escena en sí? Los dos personajes, Manuel y Vincent, caminaban y cruzaban las calles, mientras el argentino le hablaba de la ciudad de Buenos Aires.

Cuando se terminó de rodar el último exterior que tendría Robert De Niro en la Argentina, el dos veces ganador del Oscar, por El Padrino Parte II y Toro salvaje, se marchó al Hotel Four Seasons donde estuvo hospedado desde que llegó, el sábado 30 de abril al mediodía. Allí almorzó con su novia Tiffany, y con su hija más pequeña, Helen Grace.

Luis Brandoni se quedó con el equipo de dirección, y almorzó con Duprat y Cohn. Mientras, el equipo de iluminación acondicionaba el que sería el último set de rodaje de Robert De Niro para Nada. En el interior del restaurante Patagonia Sur -de Francis Mallmann, asesor gastronómico de la serie, a la vez, y que tiene un breve papel- sirve tanto como un restaurante como, principalmente, el interior de la vivienda de Manuel. Habían pasado pocos minutos después de las 19 cuando Robert De Niro escuchó el último “¡Corte!” en Buenos Aires. Todo el equipo, de técnicos y de producción, estallaron en un aplauso y, aunque cueste creerlo, algunos lagrimeaban de emoción, por haber compartido este tiempo con el astro de Hollywood.
Después, el actor de Taxi Driver quien pidió sacarse una foto con todo el equipo, esa foto en la que están absolutamente todos. De Niro quiso sumar a su hijita a la escena, que había ido a ver el rodaje.

Luego se quedó conversando unos minutos con Cohn y Duprat -que en siete días envejecieron siete años- y se retiró, presumiblemente, hacia el hotel Four Seasons. Su vuelo privado, desde el aeropuerto Internacional de Ezeiza, partía a la medianoche, con destino a la ciudad de Nueva York.

De Niro hizo comentarios al equipo de asistentes de dirección, al que elogió en público, de que Buenos Aires le recordaba mucho a Madrid, donde estuvo en marzo pasado. Y tanto su ex agente, Emanuel Núñez, como su asistente de vestuario desde hace más de 30 años, la catalana Mónica Ruiz- Ziegler, manifestaron en el set que el actor está súper contento, con la experiencia del rodaje en la Argentina.

¿Hubo algo que quedara pendiente del rodaje previsto? No. Sí se reconoce que, tal vez, si hiciera falta reforzar alguna cosa, como las grabaciones de audio de De Niro -su personaje es el que lleva la narración de los cinco capítulos de la serie: su voz aparece en los primeros cuatro, recién en el quinto y último se ve su presencia en imágenes-, eso se haría en Nueva York.
Todo cierra: si hace falta alguna retoma o regrabación, Cohn y Duprat estarán allí para hacerlo. Y quedan aún 7 semanas de rodaje.

La hoja de citación de rodaje para mañana lunes indica que se vuelve a rodar en La Boca, interiores de la casa de Manuel. Seguramente ya no habrá un despliegue como el de esta semana, ni habrá necesidad de cortar las calles, a menos que se filme en exteriores.

También, esta semana se prevé que un día se grabe la participación especial de Guillermo Francella que es un vendedor de autos usados al que acude Manuel cuando quiere sacarse de encima su Mercedes Benz amarillo de los años ’80, con el que llegaron, él y Vincent, a la presentación del libro de gastronomía al Faena Art Center.

Pero lo más importante, lo más trascendente, ya ocurrió. Fueron ocho días frenéticos, con seis jornadas de rodaje, de a veces 12 horas, cuyo resultado final, al margen de la experiencia de vida, se verá por el streaming de Star+ en algún momento del 2023.

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