Impensado, sorpresivo, totalmente inesperado. Nadie avizoraba semejante acontecimiento, una decisión de este calibre, pero sucedió. Gianinna Maradona y Daniel Osvaldo caminarán por el altar, se lanzarán a la aventura de casarse formalmente.

Un estadío imprevisto, sobre todo por la profunda crisis que cristalizaron a fin de año, con esa ruptura furiosa que se produjo en Miami, esa ciudad a la que viajaron para recibir el 2022 en familia. En esas tierras soleadas, el ex futbolista se mostró de gira por la noche glamorosa.

La simbiosis se recompuso entre el músico y la hija de El Diez, quienes se sumergieron en las mieles del sentimiento y se exhibieron muy enamorados en decenas de contenidos en las redes. Y esa armonía desató un rumor poderoso, que escaló hasta el grado de una realidad palpable, porque en cientos de medios se informó que sellarían su relación en el registro civil el pasado martes diez de mayo.

Ese ceremonia no ocurrió, lo que activó las investigaciones y en ese raid de recorridas por Lomas de Zamora, donde reside Daniel, en Intrusos se toparon con un testigo directo de una situación extraña y escabrosa del cantante. “Estuvieron ellos dos solos sentados en la esquina, y lo veían todos en el centro de Lomas", contó un vecino.

Este ciudadano lomense agregó detalles impresionantes de un almuerzo, que habría ocurrido el domingo 24 de abril: "Estaba Daniel Osvaldo con su Mustang negro bajando del auto con una señorita rubiecita. Era una chica rubiecita de pelo lacio mucho más joven que él, quien estaba abrazado a la vista de todo el mundo y se lo veía muy contento".

Lejos de exhibir inexactitudes, o dudas, este vecino describió con muchos pormenores la escena de una supuesta infidelidad de Dani Stone: "Estaba con su gorrito de Cocodrilo Dundee como siempre y sus gafas, y ella con calzas azules y una musculosita. Yo creo que hay fotos, que van a aparecer".