Uno de los grandes éxitos de la pantalla que decidió lanzar su nueva versión es LAM. Luego de una salida polémica de El Trece, dónde quedaron afuera algunas de las angelitas e incluso la cuenta oficial de Twitter no quedó en manos de Ángel de Brito.

Pero en esta renovación de equipo, en América decidieron apostar a tener caras nuevas, algunas de ellas también trabajan en otros canales y no tuvieron problemas en aceptar el desafío como en el caso de Estefi Berardi, quien al comienzo del día está junto a Carmen Barbieri en Mañanísima.

Una de las estrellas que duró poco y tuvo paso efímero fue Ana Rosenfeld. Al poco tiempo de salir al aire, la abogada decidió dar un paso al costado o al menos eso dijeron y se tomó un receso en Miami, donde residen sus hijas.

Uno de sus argumentos era que estaba dolida por la reciente partida de su esposo, Marcelo Frydlewski, quien falleció producto del COVID-19. Aunque en las últimas horas decidió romper el silencio en Socios del Espectáculo y contó toda su verdad respecto a su salida de LAM.

“Yo nunca me fui de la televisión, acá me tienen. Estar en TV siempre te expone, cuando uno ocupa un lugar tiene que aprender a que algunos te quieren y otros te odian. En LAM cumplí un rol profesional, obviamente yo no llevo data ni info”, aseguró.

Teniendo en cuenta que Ana es una de las abogadas más prestigiosas para los famosos, eso hizo que LAM le exigiera que cuente determinados detalles de sus clientes y ella no lo aceptó: “En un momento me pidieron que, al ser la doctora de tantos famosos como no iba a aportar algo. No contaba precisamente porque represento a esa gente. Jamás voy a salir a opinar de los expedientes, cuando hablan por sí mismo o las partes la cuentan”.

Al final de la entrevista, otro de los temas pendientes que quedó era conocer si hubo alguna mala relación con de Brito. Lejos de generar polémica, Rosenfeld se refirió al conductor y solo tuvo palabras de agradecimiento.

“La pasé muy bien. Ángel es un amor, me dio todo el lugar que correspondía, pero por su puesto que mi lugar era acotado. Simplemente tenía que hablar de derecho o cuando se tocan temas de mi profesión y yo notaba que se tergiversaron”, concluyó la abogada.