Hace poco menos de un mes, Natalia Oreiro confirmó que volverá a realizar ficción en TV después de varios años. Luego de abocarse durante muchos tiempo a su carrera de cantante y estar en el cine, la actriz se presentará frente a una pantalla nuevamente. 

Incluso durante esta semana, Nati estuvo en boca de varios medios tras solidarizarse con Facundo Arana. En medio de los conflictos que lo involucran con Romina Gaetani y Majo Lozano, la uruguaya posteó una foto demostrando estar de su lado.

En medio de estas novedades que la rodean, también salió a la luz una dura enfermedad que le toca atravesar. Se trata de la misofonia, un término que no es muy habitual pero que para la medicina está diagnosticado como un síndrome de hipersensibilidad selectiva y actualmente afecta a Oreiro.

Para conocer más sobre este caso que solo afecta al 7% de la población en Argentina, hay que entender que las anomalías que produce es una sensibilidad extra a determinados ruidos. En algunas personas, como en el caso de Natalia, le molesta cuando la gente come chicle o escribe con una lapicera.

“Es un tema que tengo con ciertos ruidos que generan las personas y me causa ansiedad. Desde chica me hacen sentir muy vulnerable, cuando las personas descargan su ansiedad con algún movimiento o repetición, puede ser el chicle, el lápiz cuando golpea, quienes sufrimos misofonia absorbemos todo lo que descargan”, sostuvo la actriz en la revista Hola.

Otro dato a tener en cuenta es que por más que esta enfermedad posea un tratamiento, ya que Oreiro está bajo el seguimiento de sus médicos y obtuvo su diagnóstico, no hay cura ni solución alguna que la ciencia haya logrado avanzar en los últimos años.

Por su parte, más allá que uno de las principales consecuencias es absorber la ansiedad, quien padece de misofonia puede llegar a sufrir ataques de pánicos lo cuál hay que ir a realizar un estudio médico si alguno de los síntomas es similar a lo que describe Natalia.

Gracias a la ayuda de los profesionales, la glamorosa artista se puede tomar con calma este síndrome que sufre. Pero el hecho de tenerlo de chiquita es algo que la marcó a lo largo de su vida y que también repercute a la hora de llevar adelante un tratamiento debido a que se lo diagnosticaron siendo adulta.