Estefi Berardi y Carmen Barbieri fueron hipnotizadas hace algunos días durante el programa que conduce la madre de Fede Bal en Ciudad Magazine todas las mañanas. Sin embargo, fue la angelita quien confesó lo mal que le hizo al cuello someterse a ese momento. 

Mientras quien la pasó peor fue Carmen ya que estuvo varios días sin poder asistir al programa debido a la mala salud que le quedó tras ser hipnotizada. Fue entonces que Estefi contó en LAM que estaba muy enojada porque ella nunca autorizó a que la tocaran para dormirla.

Fue Pampito quien contó que estaban preocupados: “Estamos muy preocupados por Carmen. Ayer ella no vino al programa. Nos mandó un audio y nos cuenta que no la está pasando muy bien. Pero cuando estás muy descompuesto del estómago te deja de cama, te deja sin energía”.

Barbieri le mandó un audio y Estefi Berardi lo reprodujo en vivo: “Hola negra, estoy en la cama muy mareada, pero por lo menos mejor que ayer, pero muy mareada. Por supuesto no fui a trabajar hoy, tampoco voy a la tarde. Espero tener fuerzas para mañana, que no puedo soportar faltar. No entiendo qué me está pasando este año que falto al trabajo”.

“Me están pasando cosas que no puedo ir a trabajar. No me pasa nunca esto, voy muerta a trabajar, pero esta vez no puedo estar parada del mareo que tengo. Para mí es la cervical, te da mareos y vómitos. A mí me pasó en mi época de bailarina”, cerró angustiada la madre de Fede. 

Como si fuera poco, el hipnotizador regresó a Mañanisima y tuvo un feroz cruce con Estefi Berardi. Y es que, ni bien lo nombró Carmen Barbieri, la angelita se mostró muy incómoda y dejó en claro que no estaba nada contenta con la visita. "¿Me está boludeando? Yo lo único que dije es que no me tenías que tocar el cuello", le lanzó. 

"No sos osteópata. No está bueno el boludeo", agregó. Muy serio, el hipnotizador le respondió: "Soy hipnoterapeuta calificado y tengo conocimientos en osteopatía y quiropráxia". Y Berardi retrucó: "Quedé destruida. Me quedó una contractura. Tengo turno con mi osteópata el jueves. Nadie te puede hacer sonar el cuello, salvo que sea un osteópata. No pensé que me iba a hacer semejante maniobra. No estaba nada armado y no lo autoricé".