Daniela Cardone hace un tiempo habló sobre el padre de Brenda Gandini. Y es que, el hombre no es famoso y nada se sabe de él. Fue en LAM donde contó: "Es larga la historia... Él (Carlos Gandini, su primer marido y padre de su hija) me abandonó cuando Brenda tenía tres meses".

"Lo que a ella le contaron, es una versión de la historia, pero estuvimos con juicios... Teté (Coustarot) sabe todo, porque cuando vine para Buenos Aires, le conté que él me había iniciado un juicio de pérdida de patria potestad, porque quería tener la tenencia", continuó. 

Y agregó: "Él me abandonó y quiso separarse porque era depresivo. Yo no lo sabía. Y las personas depresivas necesitan tratamiento... Es algo de lo que aún hoy no se habla, es como un tema tabú la depresión. Nos separamos formalmente cuando Brenda tenía tres años, y yo tenía que seguir trabajando". 

No todo quedó ahí porque reveló: "En ese momento, trabajaba en una empresa aérea en Neuquén como despachante de tráfico. Dejé todo por mi bebé. Y él en un momento me dijo: ‘No te quiero ni a vos embarazada...’ y me echó. Fue muy duro”. Como si fuera poco, hace horas habló del tema nuevamente. 

En diálogo con Teleshow contó: "En este estado no te quiero ni a vos ni al bebé que llevás ahí. Él era depresivo. Y sus depresiones resultaban fatales. Estaba muy medicado, muy. ¡Y nunca lo supe! Jamás. Recuerdo que mamá se enojó conmigo: `¡¿No te diste cuenta?! ¡¿Cómo fue que nadie de su familia fue capaz de decírtelo?!´, me reprochaba. Entonces comencé a resolver la vida como pude". 

"Nació Brenda, tan rubia que creí que me la habían cambiado. Él estuvo en el parto, aunque tan impresionado y panicoso que debía ser asistido cada cinco minutos. Carlos me dejó por la empleada de casa, la misma que me había ayudado con las tareas y cuidados durante todo el embarazo”, confesó. 

Y reveló: "Al tiempo se casaron y tuvieron un hijo. Se me aparecía en casa y en todos lados, solo para hostigarme. Sentí que me volvería loca. Carlos y su mamá se aparecieron en casa, se llevaron a Brenda y te iniciaron un juicio por la tenencia. Así comenzó mi calvario. Ni a una prostituta le arrebatan un hijo del modo en que lo hicieron conmigo. Debía firmar un papel para que me autorizaran verla y así, asegurarse de que no la secuestraría. Fue indignante".