El Hotel de los Famosos está a muy pocos días de revelar quién será el gran ganador de los diez millones de pesos. A medida que va culminando el reality, salen a luz diferentes polémicas que afirman que el vínculo entre los participantes está totalmente roto.

Más allá del juego y la exposición constante que significó estar dentro del hotel, las rispideces entre los concursantes continuó fuera del show. Incluso se comenzaron a tirar dardos en los diferentes programas de espectáculos y Martín Salwe aparece en un nuevo escándalo.

En esta oportunidad volvió a recibir un claro ataque de Majo Martino, quien era su íntima amiga hace unos años. Sentada en el piso de LAM, Ángel de Brito le consultó por el locutor y la periodista no tuvo siquiera una buena descripción al hablar de su persona.

Todo comenzó en el cumpleaños que festejó hace unos días Locho Loccisano, dónde invitó a algunos participantes del reality. Entre tantas fotos que se viralizaron en las redes, hubo una puntual que desató el enojo de Salwe y Majo lo expuso sin pudor.

“El otro día Martín le hizo una escena de celos a un vestuarista del programa, que subió una historia, con Matilda (Blanco) y conmigo en el cumpleaños de Locho, y él le contestó: '¡Qué asco! A esas dos las odio'", gatilló Martino.

Al indagar de dónde viene la pica entre el locutor y la periodista, ella terminó confesando una triste historia. El origen de esta disputa se desarrolló antes de la pandemia, cuando le tocó atravesar un durísimo momento y Tincho no estuvo a la altura.

“Mi mamá partió físicamente hace un poquito más de un año y mi único miedo, de entrar a un reality, era saber cómo iba a ser yo en esos días (de angustia), que me agarré en mi casa, qué llorás y nadie se entera. Martín me dijo: 'Vos quedate tranquila que ahí voy a ser tu hombro, para lo que necesites'. Yo contaba con él. Era mi amigo”, deslizó sin pelos en la lengua.

Al finalizar el tema y contar cómo terminó la historia, la fuerte decepción que atravesó con Salwe aún no se lo perdona: “Conmigo se portó mal. Yo no lo odiaba, yo lo adoraba a Martín. Pasé de un extremo al otro. Él vino, me abrazó, y a los diez minutos me estaba bardeando. Se rió, dijo que corría como una nena de 12 años".