Las historias de violencia familiar siempre narran episodios totalmente traumáticos que, en algunos casos, terminan siendo trágicos si no salen a la luz a su debido momento. Gracias al poder que tienen los medios de comunicación, Nadia, sobrina de Analía Franchín, contó el calvario que vivió con su ex pareja.

Tomás y Benjamín son los dos hijos que ella tuvo y en ambos casos nacieron con TEA, con la salvedad de que el más grande también padece dermatitis atópica, que desemboca en una inflamación en la piel y causa una fuerte picazón.

Según reveló Paulo Kablan, todo comenzó en el primer día de clases de Tomi, quien buscó hablar con la directora. Al no poder hacerlo en ese momento por los diferentes actos de comienzos, contó su estremecedor relato al día siguiente y la autoridad envió una carta al juzgado narrando las atrocidades que llevó adelante el ex marido de Nadia.

“Dice que su papá le pega en la cabeza cachetazos y una vez una piña en la panza. Que lo toma de los brazos hacia atrás como lo hacen los policías. Que toma almohadones para usar de escudo y que su papá le pega al hermano”, se leía en uno de los párrafos.

Invitada al programa Flor de Equipo, la sobrina de Franchín se sentó junto a Georgina Barbarossa y sacó fuerzas para dar a conocer su historia. Además de contar reiterados actos de violencia, confesó que sus hijos transitaron por diferentes humillaciones de esta persona vehemente. 

“Todo empezó hace ocho años, al principio no era violento. Conmigo se volvió un controlador; con los mensajes y que no vaya a cual lado. Comenzamos la relación, decidí tener a Tomás y a los cinco años nació Benjamín. Justo tiene lo de la piel atópica, desde nacimiento, es curable dentro de un ambiente normal, y empezó más con lo de la piel porque era feo el ambiente, discusiones, violencia psicológica contra mí y le decía ‘no te rasques más, no comas esto, no hagas aquello’”, comentó relatando.

Consternada al recordar todas las pesadillas que tuvo que soportar al lado de su ex, Georgina le dio fuerzas y continuó dando detalles sobre los diferentes sucesos. En un momento de la entrevista, confesó cuándo él excedió todo tipo de límites y no hubo vuelta atrás.

“Se volvió incontrolable, por ejemplo me daba un zarpazo en las manos si me mordía una uñas, todo autoridad, y jerarquías. Le decía autista de mierda y lo tiraba al piso. Eso no era normal”, agregó Nadia, quien dejó atónitos a todos los presentes en el programa.