Después de tantas vueltas, Shakira y Gerard Piqué lograron llegar a un acuerdo por el bienestar de sus hijos. Él aceptó que ellos se vayan a Miami con la cantante y lo único que queda por definir es la separación de bienes. En las últimas horas se conoció que como no están casados no se tocarán sus fortunas individuales -de 300 y 100 millones de dólares respetivamente-, aunque sí deberán repartirse las propiedades que compraron en conjunto.

Según El Periódico, uno de los inmuebles está valuado en 5 millones de dólares, mientras que el otro -adquirido en 2017- en 5.5 millones. La mansión que la colombiana tiene en Miami y el departamento en Nueva York no se tocarán, ya que fueron adquiridos antes de conocer al jugador.

Aunque Shakira se trasladará a Estados Unidos con Sasha y Milan, dejará un apoderado en Barcelona para que se encargue de todos los temas legales con Piqué, que ya se está instalado en su lujoso piso de soltero, donde vivía antes de ponerse de novio con la estrella musical.