Luciano Castro es uno de los actores más exitosos que salió de la ficción argentina. Su encanto y carisma a la hora de salir a un escenario o mostrarse en una pantalla, hizo que muchísima gente lo siguiera durante años.

Desde su aparición en los medios hasta la actualidad, Luciano tuvo diferentes momentos pero siempre estuvo sumergido en una evolución constante. Si bien a nivel profesional estuvo envuelto en desafíos muy importantes, en su costado personal también vivió cosas muy fuertes.

La separación de Sabrina Rojas fue uno de los grandes detonantes de su vida, debido a que era la mujer de su vida, madre de dos de sus tres hijos y nadie esperó su separación. Tras formar una nueva pareja con Florencia Vigna, hoy el actor está feliz con su presente.

Parte de esta realidad que se encuentra atravesando, también se la debe a él mismo por poder arreglar ciertas cuestiones del pasado. Allí es donde aparece la figura de Mateo, el joven de 20 años que Luciano tuvo previo a estar con Rojas.

En una relación que jamás salió a los medios, su hijo mantiene un perfil muy reservado. Sin embargo, Luciano no siempre tuvo buena relación con el chico e incluso logró mejorar su vínculo hace algunos años y tras una fuerte autocrítica.

”Mateo, que no vivía conmigo, cuando estaba conmigo, pasaba tiempo con personas del equipo de producción, como maquilladores", comentó Castro en Corta por Lozano hace un tiempo, respecto a un enojo lógico que podía tener su hijo.

Sintiendo la necesidad de tener que relacionarse y estar cerca de Mateo, hubo una charla que fue clave. Aunque Luciano nunca quiso forzarlo a nada y mucho menos a que haga algo que no sienta, pudieron mejorar mucho amistad.

“Yo como padre, tengo un montón de culpa con él y él también entiende que fue lo que tenía para ofrecerle en aquel momento. Él me pidió hablar, es más maduro que yo. En un momento, los chicos dejan de callar y está buenísimo. No me hizo ningún reclamo”, contó el actor.